Los movimientos sociales en el mundo logran tener mayor penetración, amplificación y aceptación, esto es porque son las causas genuinas y naturales de la población.
Hoy en México y gran parte de Latinoamérica se da un movimiento feminista, que no es contra los hombres, ni contra el gobierno pero es la unión de luchar contra situaciones denigrantes, miserables y la omisión ante la que se enfrentan a diario y las han fusionado para gritar y dejar claro que las están matando, acosando, ultrajando, violando y no pasa absolutamente NADA.
Ante esto los políticos y estrategas ven nichos de oportunidad para generar empatía y cercanía, no lográndolo por la obvia razón que en este país se atienden las cosas hasta que se llegan a los extremos; los gritos de las mujeres no eran recientes, no iniciaron hace poco y fue hasta que pintaron y llegaron al extremo cuando se les volteó a ver, más no se les escuchó.
Hoy 9 de marzo del 2020 está dándose el movimiento #UnDíaSinMujeres para dejar claro las afectaciones que se darán ante la ausencia de éstas y que se entienda la importancia que tienen en la vida social, política, económica, cultural, deportiva y en todas las aristas que se le ponga.
Pero vuelve a relucir la incapacidad y muchas veces la desfachatez llena de soberbia de los políticos, ante una realidad social se ponen todos los pretextos para disminuir el efecto del movimiento social.
Las mujeres en México ponen un gran ejemplo y ponen a temblar a un presidente que menospreció el movimiento, teniendo como consecuencia la perdida de casi 9 puntos de aceptación en un mes. Lo mismo pasa con los estados, donde la impunidad y la falta de atención de la realidad comenzará a pasar factura.
Hoy las mujeres dejan claro muchas situaciones, entre ellas la incapacidad de los políticos para escuchar a la sociedad y cumplir con lo que ellos buscaron, servir a la sociedad.
El movimiento feminista deja en México un antecedente que le da fuerza y poder a la sociedad, dejando claro que los ciudadanos somos más y que los que toman las decisiones nos representan.
El movimiento feminista en México debe dejar lecciones a la clase política como el escuchar, el atender, el cumplir con la responsabilidad adquirida y sobre todo el no hacer menos ninguna situación social, por muy pequeña o grande que sea.
A los políticos y gobernantes les recomiendo: ESCUCHAR, ACTUAR y COMUNICAR.
