La edad de los países

México, un país joven.

“La Edad de los Países” es un cuento excepcional de Hernán Casciari en el que hace referencia a aquella regla de que para proyectar la edad real de un perro es necesario multiplicarla sus años de vida por 7, de esta forma un perro que tiene 2 años de nacido tendría en realidad 14 años humanos; Casciari propone que con los países sucede al revés, que hay que dividir sus años de existencia entre 14 para poder hacer una correcta comparativa y humanizarlos de acuerdo a sus características socio – históricas.

Es así que la China milenaria tendría con sus 1200 años a una señora conservadora de 85 años que come arroz todo el día y que está divorciada de Japón que es un viejo cascarrabias, Francia es una mujer independiente de 37 años, Suecia y Noruega son 2 lesbianas de 39; México y todos los países de América Latina son un grupo de jóvenes que rondan los 15 años; el cuento es verdaderamente bueno, lo recomiendo.

Hernán sin duda no es el primer autor en hacer una comparativa como esta, el ejercicio que hace es muy bueno para poder identificar una personalidad y característica de cada uno de nuestros países, pudiésemos adivinar entonces que México es tan solo un chico joven de 15 años con las virtudes y defectos propio de la edad.

Ahondando en los 15 años de México y siguiendo con la divertida analogía podríamos decir que los primero 5 años  (1810 – 1880) nuestro país sufrió grandes cambios y agresivas transformaciones un periodo sin duda de mucho aprendizaje y que como todo niño que empieza dar sus pasos primeros pasos tiene un sinfín de tropiezos pero va moldeando ya una personalidad y los fundamentales que le harán crecer, es así que vivimos las primeras notas de un México independiente que se defendió de tanta invasión en este periodo, con el afán de caminar por sí mismo, y sentar con la reforma sus primeras bases constitucionales que le darían identidad.

De los 5 a los 12 años (1880 – 1988) ese niño se desarrolló en plenitud madurando década con década, reforzando su identidad y logrando un estado de bienestar, vivíamos entonces la época dorada y lo que se conocía como el milagro mexicano, la estabilidad política aunque hegemónica dio certidumbre a la evolución de nuestras instituciones.

Ya para sus casi 15 años (1988 -2019) el niño es un joven impetuoso y rebelde, víctima de la incipiente pubertad que le provoca transformaciones biológicas y de carácter, ese muchacho le dio una década por el conservadurismo y una década después ha intentado por experimentar la izquierda, no es precisamente su etapa de mayor estabilidad, su cuerpo y su mente se transforma y va de una idea a otra constantemente, este último es el México que  estamos viviendo, polarizado la mayor parte del tiempo consigo mismo, todos los que fuimos jóvenes sabemos  lo que es eso.

Tal vez es cosa de esperar a que los embates de las hormonas pronto pasen y permita que nuestro incipiente México alcance la madurez deseada, tal vez el experimentar es parte de su proceso evolutivo y ya pronto alcanzara la estabilidad que ya alcanzaron otros países, después de todo no dejan de ser un joven que evoluciona a su tiempo.

Ahora bien, este cuento me llevo a reflexionar sobre las ventajas y condiciones que tiene nuestro país con respecto a los demás países y existen muchos datos que quisiera compartir:

  • Con más de 126 millones de habitantes somos el 10º país más poblado del mundo.
  • Con una superficie de más de 1,964,375 km2  somos el 14º país con más territorio.
  • Nuestra ubicación geográfica y extensión nos hace un país con una variedad e ecosistemas y climas, así como de una gran riqueza de Recursos Naturales.
  • Somos 1 de los 24 países que tienes salida a más de un océano, lo que nos hace de una gran capacidad de operación comercial.
  • El promedio de edad de sus habitantes es de 28 años, para el 2050 se proyecta que el promedio de edad rondara los 38, es decir que para finales de este siglo nuestra población será mayormente anciana.
  • México cuenta con 12 tratados y 32 acuerdos de índole comercial, lo que lo convierte en uno de los países más globalizado.
  • 10% de los Mexicanos (poco más de 12 millones) viven en otro país, lo que nos hace una de las nacionalidades con más presencia en todo el mundo principalmente Estados Unidos y Canadá.

Con todas estas ventajas competitivas que acabo de enlistar sería un despropósito afirmar que México está en crisis, claro que no lo está, es imposible que tanta vigorosidad y fortaleza pudiera si quiera asomar un riesgo de estancamiento y mucho menos de retroceso, este joven es fuerte, demasiado presente y además cuenta con salud y condiciones óptimas para su desarrollo.

El problema es otro, el problema es que México tiene que crecer, aprovechar el bono de los años y lo finito de sus recursos para prepararse a la adultez y su inevitable ancianidad, este muchacho no puede darse el lujo de no moldear su mórbida figura (porque ser grande también implica ser saludable) y alcanzar con planeación y mucho trabajo la salud que requerirá en su etapa adulta.

México no puede permitirse crecer poquito al 4% o al 2%, deberá permitirse aspirar a crecer siempre lo más posible, pero mucho menos puede no crecer y estancarse aunque sea un año en el 0% de crecimiento económico, son tiempos para desdoblar capacidades y abonar al legado que viviremos en el futuro.

Apostar por la sustentabilidad, depender lo menos de energías no renovables, diversificar la economía, desarrollar la tecnología y afinar sus instituciones para la estabilidad que precisan los mexicanos, abatir el rezago educativo, eficientar la ejecución de recursos públicos, y ampliar la base de contribuyentes tanto como la de cobertura social, eso, eso es crecer.

¿Alguien se puede imaginar a un México que llegue a la cesantía con los mismos problemas que tenemos hoy?

Por mis hijos, yo no puedo, ni quiero imaginármelo.

“La edad es inversamente proporcional a la conciencia que vamos adquiriendo de la brevedad de nuestra existencia.”