Interiores

Doctor Arturo Mora Alva, investigador, escritor, académico y columnista Platino News

“El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos.”

    Fernando Savater

“La manera más peligrosa de engañarse a sí mismo es creer que sólo existe una realidad.”

        Paul Watzlavich

“Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es sólo porque vivimos dentro de la mirada de los demás.”

     Paul Auster

“Existe una cantidad de gente en el mundo que está en un infierno porque depende excesivamente del juicio de los demás.”

                                                                                                                 Jean Paul Sartre

“Lo único que hace que la vida humana sea preciosa y significativa, es lo breve que es. “

     Guillermo del Toro

 

El asombro y la curiosidad son hojas de una misma tijera, que hace los recortes necesarios y oportunos cuando nos damos el permiso de preguntarnos cosas sobre uno mismo. La complejidad del pensamiento junto con sus estructuras cerebrales, neurológicas, lingüísticas y subjetivas confirman el desafío de conocer y comprender las conductas, los procesos de razonamiento y la psique humana, en su dimensión socioafectiva, que va asociada al ser humano en su totalidad, estando a su vez inmersos en la complejidad del contexto en el que se desarrolla nuestra propia vida y en donde se interactúa con los demás, con el otro.

El adentro y el afuera marcan limites de contención, de definición y de continente, abre la noción de un interior y reconoce un exterior. Esto nos define también desde la embriología y en dónde se crea un interior orgánico funcional, en el que el metabolismo y sus procesos de llevan acabo y un exterior que nos dotó de un sistema fantástico para el registro del afuera y para estar en contacto con el ambiente y sus fenómenos, para desde ahí y con el lenguaje poder articular y construir un andamiaje cultural  y con ello una serie de prótesis y extensiones para expresarnos y para sobrevivir en ese mundo interior que se va construyendo, entre las vivencias, los recuerdos, los sueños, las acciones, los deseos, los propósitos, la inteligencia, la creatividad, los sentimientos, los afectos y las emociones que dan soporte de una u otra manera a la curiosidad y al asombro.

En ese mundo interior, la subjetivad se hace presente desde que hacemos acto de presencia en el mundo y la vida que vamos teniendo, se nutrirá de los estímulos, vínculos y afectos que rodearán nuestra existencia, desde la interacción e integración con los padres y madres a partir del lenguaje verbal y no verbal que harán sentido y sin sentido en nosotros y dejarán en buena parte una huella en lo que iremos siendo como personas con el transcurrir del tiempo. La posibilidad de tomar consciencia de sí mismo pasa por ir develando el mundo interior que vamos creando, desde las representaciones que vamos teniendo de nosotros mismos, hasta llegar al espejo, y de ahí a dar paso y peso a la subjetividad como realidad humana.

Desde la realidad y del cómo se nombran las cosas es que se irá configurando el cómo nombrar lo que vemos y lo que vamos sintiendo, a la vez, vamos creando un mundo interior en donde confluyen, lo real, lo imaginario y lo simbólico, para crear un pensamiento propio y en el que se va formando el carácter y la personalidad para con ello poder intentar ser y estar en el mundo que nos tocó vivir sin determinismos previos.

Algo pasa en ese proceso que nos individualiza por una parte, con la singularidad de ser únicos e irrepetibles, a la vez que nos normaliza y naturaliza  dentro de una serie de categorías, estereotipos, costumbres, ideologías y creencias que damos por aceptadas social y culturalmente y que son construcciones sociales, que también son modificadas a partir de los conflictos y demandas dentro de la lucha de las fuerzas que se expresan a partir de los intereses y visones que se imponen por parte de quienes controlan las estructuras sociales, económicas, políticas y culturales en la sociedad capitalista.

El mundo interior es nuestro diálogo intrapersonal. Es también una parte de la consciencia, en donde también esta la imaginación, el pensamiento que nos permite ordenar impulsos y emociones instintivas, es un lugar para crear y para confrontar los mandatos sociales, es el lugar para reflexionar, que es al final de cuentas es este entrar en nosotros mismos, en nosotras mismas, buscando algunas respuestas, otras veces aceptando lo que somos, valorando y evaluando nuestras acciones, nuestros deseos y nuestras necesidades. Espacio interior que da lugar a la memoria y a los procesos que se gestan al preguntarnos quién soy, de dónde vengo, a dónde voy, para qué estoy en el mundo, cómo estoy viviendo, con quiénes, cuáles son mis compromisos, mis principios éticos y mis valores morales.

Los interiores son limites y son perspectiva. Los interiores personales son universos infinitos también. El mundo interior nos lleva a sentir el tiempo como si fuera  un rio que corre libre y en donde vamos en una barca que hemos construido y que vamos reparando y transformando conforme la consciencia que vamos teniendo del ser humano que somos, con carencias, contradicciones, logros, desafíos y deseos puestos de una u otra manera en una idea de ser, con una identidad propia que hemos ido moldeando con el vivir y con el sentir y pensar, en donde el poder pensar desde el interior y tomar consciencia de quienes somos y de quien nos han dicho que debemos ser, nos permite elegir, aceptar o rechazar lo que nos ha sido impuesto y que es el deseo de un otro.

La poesía es la expresión del mundo interior de quien la escribe y nos dan sus palabras para encontrar de alguna manera nuestro propio mundo interior, regalando palabras que son emociones y sentimientos con las que están escritas. Estas son 5 poesías y son una invitación a dar valor y tomar consciencia de “los interiores” de cada uno, de cada una nosotras, en una época y en una sociedad en el que se da prioridad a lo de afuera, a el exterior, a lo que dicen otros de uno, y de caer en la trampa de ser solo reactivos, banales y superfluos.

Cuando yo llegue a vieja

—Si es que llego—

y me mire al espejo

y me cuente las arrugas…

Sé que todavía mi corazón

estará –rebelde– tictaqueando

y las dudas y los anchos horizontes

también saludarán

mis mañanas.

 

Gioconda Belli

 

Soneto

 

Si para recobrar lo recobrado

debí perder primero lo perdido,

sí para conseguir lo conseguido

tuve que soportar lo soportado,

 

sí para estar ahora enamorado

fue menester haber estado herido,

tengo por bien sufrido lo sufrido,

tengo por bien llorado lo llorado.

 

Porque después de todo he comprobado

que no se goza bien de lo gozado

sino después de haberlo padecido.

 

Porque después de todo he comprendido

por lo que el árbol tiene de florido

vive de lo que tiene sepultado.

 

Francisco Luis Bernárdez

 

 

Es una calle larga y silenciosa

Ando en tinieblas y tropiezo y caigo

y me levanto y piso con pies ciegos

las piedras mudas y las hojas secas

y alguien detrás de mí también las pisa:

si me detengo, se detiene;

si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.

 

Octavio Paz

 

Cuento de Espantos

 

Ayer la vi. No me lo van a creer.

Ayer me encontré con ella en el parque

por donde caminábamos a los veinte años.

Está igual que siempre.

En todo caso la muerte

la ha embellecido, la rejuvenece, la hace

adolecer de adolescencia.

Ya no tiene veintidós años,

sino dieciocho a lo sumo.

 

Quién penetra el misterio

de estos números y estos años,

su más tiempo de muerta que edad de vida.

Pero cómo ilumina los dos orbes

y es la estrella

del alba y el crepúsculo:

muchacha para siempre, también sombra

que nunca volverá de las tinieblas.

 

La vi de lejos y como es natural

me fue imposible dominar el impulso

de acercarme, verla de nuevo, implorarle:

“No sabes cómo te extraño.

No me resigno a perderte.

No te he olvidado”.

 

Abrí la boca. No pude

pronunciar la menor palabra.

Me congeló la mirada

que sin decirlo decía:

“¿Cómo se atreve, señor?

¿No se ha visto al espejo?

¿No hay calendarios?

¿No toma en cuenta

las edades que nos separan?”

 

Y de este modo yo,

el aún vivo,

me convertí en fantasma.

 

José Emilio Pacheco

 

 

Posibilidades

 

Prefiero el cine.

Prefiero los gatos.

Prefiero los robles a orillas del Warta.

Prefiero Dickens a Dostoievski.

Prefiero que me guste la gente

a amar a la humanidad.

Prefiero tener a la mano hilo y aguja.

Prefiero no afirmar

que la razón es la culpable de todo.

Prefiero las excepciones.

Prefiero salir antes.

Prefiero hablar de otra cosa con los médicos.

Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.

Prefiero lo ridículo de escribir poemas

a lo ridículo de no escribirlos.

Prefiero en el amor los aniversarios no exactos

que se celebran todos los días.

Prefiero a los moralistas

que no me prometen nada.

Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.

Prefiero la tierra vestida de civil.

Prefiero los países conquistados a los conquistadores.

Prefiero tener reservas.

Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.

Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas del periódico.

Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.

Prefiero los perros con la cola sin cortar.

Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.

Prefiero los cajones.

Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado

a muchas otras tampoco mencionadas.

Prefiero el cero solo

al que hace cola en una cifra.

Prefiero el tiempo insectil al estelar.

Prefiero tocar madera.

Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.

Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidad

de que el ser tiene su razón.

 

Wislawa Szymborska