Viernes negro en Coahuila

Maestro Antonio Galván Torres, analista Platino.

A México le embarga el dolor, sufrimiento y duelo por los decesos de la maestra María Assafath Medina a quien en su último adiós,  los padres de familia y alumnos del Colegio Cervantes de la Comarca Lagunera  se referían respetuosamente como “la maestra heroína”.

También hubo lágrimas por el deceso del niño José Angel, de 11 años, quien lamentablemente fue quien  disparó, percutiendo las 2 armas que tenía en su poder, en dirección de 5 compañeritos y un Profr de educación física, toda vez que se encontraron en el lugar de los hechos, 9 casquillos, 8 de calibre  40 y uno calibre 22.

Por ende, tratar de entender esta desgarradora página en la historia de los laguneros es difícil y escabroso, sin embargo más allá de cualquier análisis morboso es indispensable que como sociedad, no nos acostumbremos a ver este tipo de hechos como un evento cotidiano y pasarlo de lado, aduciendo que a nosotros no nos pasará, por tanto continúo en la exposición de esta columna.

En este tenor, tenemos que visualizar este tipo de conductas desde varias aristas,  sabiendo de antemano que existen varias disciplinas que pueden aportar diferentes perspectivas para acercarnos un poco a la verdad sucedida, es por ello que acudí a los expertos en materia de criminología que es la ciencia que estudia a la persona que cometió un delito, sus razones y búsqueda de una explicación científica de su conducta antisocial.

En este orden de ideas, es pertinente investigar el iter criminis (idea hasta ejecución del delito) porque la circunstancia de que los videojuegos lo motivaron es una salida fácil, administrativamente, para en un momento dado dar carpetazo a un asunto que de suyo, inquieta a la sociedad por lo terrible del acontecimiento; por consecuencia las líneas de investigación de acuerdo a las pesquisas que considero se están realizando, es establecer de dónde se obtuvieron las armas, a través de registros, si es que los hay, dónde o cómo se obtuvieron los cartuchos, otra interrogante es cómo un niño de 11 años tenía el conocimiento para manejar un arma.

En esta tesitura, por muy aficionado que hubiese sido este menor a los videojuegos, si no estaba preparado en el manejo de armas, resulta imposible que haya disparado la misma con tanta precisión, refiriéndome a disparar a volver a recargar cartuchos, por consiguiente otra línea de investigación debe ser, el encontrar a quien lo preparó e inclusive, siendo más audaces, quién que lo motivó y/o estuvo detrás de este niño.

En cuanto a que este utilizó una vestimenta similar a la de un homicidio sucedido en los Estados Unidos hace 20 años aproximadamente, solo sería una imitación de ella, no de la conducta, sin duda, porque el niño tenía acceso a internet, por consecuente es un tema muy delicado y complicado y debemos ser cuidadosos en su estudio para no politizarlo, sin embargo en este tipo de investigación, la sociedad lagunense y mexicana deberá ser paciente en sus resultados, habida cuenta, que lamentablemente este niño se quitó la vida, por lo que será difícil conocer las causas reales, porque él se las llevó y existe la posibilidad de que nunca se sepa la verdadera realidad, por lo que las hipótesis que se manejen en este caso deberán ser formuladas de forma cuidadosa.

Vale la pena, que nos interioricemos más allá de los operativos mochila que empiezan este lunes, y también debemos cuidar el no criminalizar a los padres de familia de la escuela, por haberse opuesto a este tipo de operativos, dos semanas antes del suceso, también habrá que considerar  un dato importante que no quiero dejar de lado, el niño era un buen alumno, porque así lo reflejaban sus calificaciones de sexto grado de primaria.

Por otro lado, debemos atender desde mi humilde opinión, que en muchos lugares de nuestra República, hemos fomentado la cultura del narcotráfico y de la violencia, porque hemos sido bombardeados por programas de televisión que se transmiten ya sea en televisión abierta, de paga, o cualquier plataforma de contenido de películas digitales, que no digo sus nombres.

Asimismo es conveniente que analicemos el tema de la narcocultura que hemos dejado que prolifere en todos los aspectos sociales, por la alabanza a los narcos por medio de narco corridos, películas, series y todo tipo de promoción de fetiches e ídolos por la forma lujosa y despilfarrada en que viven el día a día, aduciendo que su trabajo es tan riesgoso que saben que no puede haber un mañana a largo plazo para ellos y  que no pueden construir una vida digna y estructurada dentro de la sociedad y si a esto le sumamos que hay sectores de comercialización a los cuales les importa más la publicidad, que las consecuencias funestas que puedan darse a la postre, es por esto que debemos de empezar a crear un hábito nuevo y contrario al que ahora hemos fomentado, por el bien de la sociedad y sobre todo de las nuevas generaciones.

No se trata de censurar todos los contenidos, sino solamente de hacer eficaz todo lo que tenga que ver con la prevención, por lo que se tiene que ir de lo particular a lo general, si verdaderamente hacemos efectiva la revisión de mochilas para detectar cuchillos, puntas, manoplas o pistolas estaremos salvaguardando la integridad, no sólo de los demás compañeros de escuela sino también del mismo menor que llegó a portarlas y de esta forma estaremos detectando no solo armas, sino también drogas, pero tenemos que ir más allá, no solo del interior de los colegios o instituciones, sino también del entorno familiar.

Posiblemente lo que expresaré se tenga como algo muy trillado, pero hoy por hoy se ocupa atender a los niños, niñas y adolescentes en un departamento de psicología de cada escuela, que esté permanentemente en interacción con los educandos, para poder detectar cualquier cambio de conducta de uno de estos, como podrían ser el aislamiento,  la agresividad,  la ausencia,  el cambio de estado de ánimo,  la depresión, etc. Y de esta forma romper todo tipo de tabús cuando se hace bullying a un niño que asiste a terapias con el psicólogo, cuando en realidad se está atendiendo su salud mental que es paralela a la salud física y es la gran olvidada.

En suma, tenemos que atender este problema multifactorial con sociólogos, psicólogos y expertos en criminología, porque esta situación no es un hecho aislado y desafortunadamente la violencia sigue calando hondo en nuestra sociedad con la pérdida de vidas humanas.