Una caja de llena recuerdos en León, 1914-1918/ 3ª. y última parte

Juancarlos Porras y Manrique
Juancarlos Porras y Manrique, analista, promotor cultural y columnista Platino.

León Guanajuato a 7 de diciembre  de 2020.-Las publicaciones aludidas en la pasada entrega se sumarían a las ya editadas por cuenta de la familia de JRM tales como: El engrandecimiento de León bajo la protección de la Madre Santísima de la Luz (2005) discurso pronunciado el 6 de julio de 1932 en la catedral y Recuerdo de León en Marcha. Relatos y leyendas (2005) que reúne una parte simbólica de los guiones del programa radiofónico producido por el poeta junto con un cuadro de actores, un recitador (Jorge Soria) y un locutor (José Pérez Villalobos) en la XELG todos los sábados de 1949 a 1955. Así como El padre Bernardo Chávez. Su vida y su obra (1956; Reimp. 2008) esbozo biográfico del venerable sacerdote constructor del Templo Expiatorio.

La intención editorial era por demás interesante pues con ello buscamos revindicar la vasta obra del autor leonés ―que transita por más de medio siglo en la ciudad― ya que da cuenta de lo que somos y los que hacemos en León, junto con el valioso acervo fotográfico y su modesta pero nutrida biblioteca.

De manera lamentable, a finales de enero de 2011 tuve un accidente de tráfico que me condujo a ser hospitalizado ―con un daño considerable en la columna vertebral― para luego ser intervenido quirúrgicamente, en dos ocasiones, asunto que me postró en cama durante seis meses primero, para comenzar luego un proceso de rehabilitación, intenso y paulatino en segunda instancia, que me llevó el resto del año y hasta febrero del 2012 poder caminar por cuenta propia y de manera progresiva con ayuda de algunos aparatos como hago a la fecha con un bastón.

 José Ruiz Miranda en su estudio del Barrio de Arriba, s/f. Col. Part.
José Ruiz Miranda en su estudio del Barrio de Arriba, s/f. Col. Part.. Fuente: Especial

Relato esto porque si bien no perdimos contacto para llevar a cabo nuestros planes de publicación, en la medida de nuestras posibilidades, no pasó mucho tiempo en que Paloma Z”L la hija menor de JRM enfermó y al poco tiempo falleció (2013). Después sobrevino la repentina enfermedad y trágica muerte de la señora Gela Z”L  (2015) y con ello la cancelación total de la encomienda editorial.

Independientemente de la gran pena que siento por la muerte de las dos herederas del también orador, aún las lloró, a la fecha no he sabido a bien dónde quedó aquel vasto archivo que tuve oportunidad de consultar.

En voz de algunos involucrados ―familiares y empleados― he escuchado tantas historias donde el correveidile del vecindario que habitaron permea. A él se sumaron algunos anticuarios de respeto quienes me revelaron el desmembramiento del archivo citado, pues, según ellos a más de alguno nos llegaron documentos que, por su descripción, yo pude examinar de primera mano para la realización de los libros de La Trapa. Sociedad artística y literaria y León en los días de la lucha por la Independencia en aquel vasto estudio de la calle 5 de mayo.

No abundaré más al respecto, pero sí lamento la ausencia del valioso material en un lugar específico para su consulta donde muchos interesados podrían tener más información, datos precisos para el mejor desarrollo de la crónica y memoria leonesa.

Solo una última palabra deseo compartir con ustedes.

La libreta de notas comentada, tenía incluidas tres fotografías en blanco y negro ―en pequeño formato― pegadas a las hojas que daban cuenta, no sólo de la separación de las apuntaciones, sino que ilustraban los sucesos de aquel trágico 1º. de agosto de 1914.

Allí pude ver la escena que bien narra JRM cuando los orozquistas quemaron el local del periódico “El Obrero”, imprenta y papelería ubicada en la primera cuadra de Pachecos, hoy calle 5 de Mayo, junto con negocios aledaños.

Qué mejor prueba de aquel acontecimiento que tanto cimbró a la ciudad, donde algunos oriundos ayudaron al infame saqueo como bien señala el autor y otras fuentes. Con justicia escribe JRM en su libreta: “Cuándo olvidarás, León, estos acontecimientos”.

También escribió, aparte, los siguientes versos en el poema A León: “(…) Aún sientes la pavura / que te causó, León, la noche horrible: / tus brisas fingen un gemir de duelo, / y en tus calles y plazas aún no orean / la roja sangre que manchó tu suelo… / Aún tus ruinas humean…”.

Por cierto, queda para mejor ocasión un estudio del contraste de las versiones de aquel acontecimiento escritas por el Mtro. José Sóstenes Lira en su Efemérides de la ciudad de León (1911-1914) inéditas; junto con la hecha ficción por Efrén Hernández en su célebre novela La paloma, el sótano y la torre (1949) además de las vertidas por Mariano González-Leal, la sombra del terrible orozcazo, entre otros trabajos.

En este sentido cabría aclarar que quien escribió a Pascual Orozco el mote de “robavacas” fue Manuel Alcocer Marmolejo en el periódico “El Obrero” de Jesús Rodríguez y que aquel insulto detonó el enojo y la posterior amenaza del revolucionario ―a voz en cuello― por teléfono, alrededor de las 6 de la tarde, a la Casa Municipal aquel 1º. de agosto de 1914.

Allí estaba de visita el Gobernador del Estado Gral. Francisco Carrera Torres con su escolta personal y su Estado Mayor que sumaban 50 hombres vestidos de caqui amarillo con su anfitrión el Jefe Político Ing. Antonio Madrazo y autoridades locales. Estaban en los brindis en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento cuando llamaron por teléfono: era Pascual Orozco que manifestó venía a que lo colgaran, que era el intento en caso de lograr su captura.

Pero ese, insisto, es otro cantar de gesta.

No queda entonces sino invitarlos a valorar con atención y prudencia la libreta de notas referida que seguro pronto publicaremos.