Hace muchos años un verdadero personaje la política, Heberto Castillo, me comentó: Ya voy a dejar de escribir y publicar mis artículos, nadie me lee. Yo lo increpé: Para nada, yo leo lo que escribes cada ocho días y publicas en conocida revista, te puedo comentar todos y cada uno de los artículos de los últimos tres menses.
Aquí en el pueblo lo mismo me comentó Agustín Cortés y le hice el mismo comentario, pues ambos, claro que tenían a muchos lectores y sus aportaciones además de muy interesantes y gratas a la lectura, con infinidad de datos duros y análisis de la realidad nacional, siempre fueron un referente sociopolítico.
Ambos siguieron escribiendo, me queda claro que no porque yo se los pedí, sino porque eran mentes activas y comprometidas con los cambios sociales, académicos y culturales.
Ahora con la conmemoración del día del libro y de la rosa, como cada año, se publican los niveles de lectura de diversos países y particularmente lo de México. Y que tristeza, que pena, pero, sobre todo, que lamentable.
Por más esfuerzo que se hacen con varias ferias del libro en el país, desde la más importante como la que Guadalajara (FIL), la del Palacio de Minería, las diversas ferias en propiamente todas las treinta y dos entidades federativas, los frecuentes tendidos que se hacen en el zócalo de la capital, en el monumento a la revolución, etc. tenemos pobres niveles de lectura.
En el pueblo en que vivo, cerraron Porrúa y El Sótano, y la Gandhi, que tiene cincuenta años, no se compara en sucursales, variedad de libros, servicio al cliente con La Casa del Libro de España que justo ha cumplido cien años. Nos llevan cincuenta años de diferencia, en esto y muchas cosas más.
Pues lo libreros europeos y particularmente los números de La Casa del Libro, han visto incrementadas sus ventas, tanto en los libros físicos como en digital, así como lo ha manifestado Amazon.
Aquí, cada año escucho que la gente se queja de los precios de los libros físicos, pero se pueden encontrar más baratos los libros digitales y hay cientos de libros, de todo tipo: no ficción, ficción, novelas, superación personal, etc., que se pueden bajar de internet en PDF sin costo alguno. Se baja al celular, a la computadora, a la tableta, a las tabletas especiales de lectura. Las librerías del Fondo de Cultura Económica, constantemente tiene libros muy baratos
No falta presupuesto, faltan ganas de leer y sobre todo falta cultura por la lectura.
