Ser bombero es para toda la vida

Alonso Dondiego pluma Platino News
Alonso Dondiego pluma Platino News

León Guanajuato a 25 de Mayo.-Desde que mi mamá tenía su negocio de comida en la calle de Guerrero, allá por el 97, veía constantemente pasar la Máquina – 03 del H. Cuerpo de Bomberos de Comonfort, de norte a sur a toda velocidad y detrás de ella una ambulancia con el número ALFA-09.

Por esas fechas, cómo olvidar el famoso flamazo frente al campo deportivo de una pipa que almacenaba GAS L.P y que fue impactada por la máquina de un tren, en donde desgraciadamente personas perdieron la vida.

O aquel ruido estremecedor por las sirenas encendidas de un gran número de motobombas y ambulancias de diferentes cuerpos de bomberos del país, que acudieron al funeral del Comandante Joel Rodríguez Tapia, que circuló desde el Jardín Principal, toda la calle de Allende y la 20 de noviembre, hasta llegar al Panteón Municipal.

Debido a ello, mi papá me tuvo que llevar a conocer la Estación de Bomberos de la ciudad de Celaya, donde me subí por primera vez a un ejemplar de estos.

Mi paso por el Cuerpo de Bomberos de Comonfort de manera activa fue muy corto (10 años), ya que por motivos de crecimiento tuve que trabajar y buscar oportunidades para lograr un mejor porvenir hacia mi familia. Pero el conocimiento que adquirí ahí, las grandes personas que ahí conocí, y las experiencias que viví, son las mas maravillosas que me han pasado.

Hoy en día, escucho una sirena y se me enchina la piel, es un sentimiento que pocos entienden.

Los bomberos no solo son aquellos jóvenes que piden dinero en colecta en los topes de San Isidro, ni tampoco son los que acuden a realizar su servicio social solo por hacerlo.

Los bomberos de Comonfort son seres humanos, como tu y como yo, que aprenden día con día, tratan de capacitarse y lo hacen con sus propios recursos, que acuden a cada guardia con la intención de ayudar a una persona, de arriesgar su vida si es posible en un incendio o en una fuga de gas, son aquellos que ponen de su dinero para comprar sus uniformes, almorzar, comer y cenar, son aquellos que sueñan con tener un camión digno, una ambulancia digna, un equipo de protección personal en óptimas condiciones, un equipo de respiración que funcione para poder rescatar a esa persona que lo necesita.

Yo los entiendo, lo hacen por amor, por amor a la vida, pero ellos merecen mucho más, tener un sueldo, un seguro de vida, alimentos seguros, una ley que los ampare y un recurso destinado de facto por parte de las autoridades que sea seguro y suficiente, sin importar el color de quien gobierne.

Si un día los ves en colecta u organizando algún evento para recaudar fondos, ayúdalos. Uno nunca sabe cuando los necesitaremos.

Aunque no sea elemento activo, yo seré bombero toda la vida, y eso me lo enseñó mi Comandante, Fénix-1.