Rostros del Moisés mexicano: algunos retratos de Miguel Hidalgo/4ª. Parte y última

Juancarlos Porras y Manrique
Juancarlos Porras y Manrique, analista, promotor cultural y columnista Platino.

León Guanajuato a 19 de julio de 2021.- Ya que mencionamos la etapa de la Reforma el presidente Benito Juárez tuvo ocasión de visitar la villa de Dolores. Uno de sus acompañantes, don José María Iglesias anota: “En Dolores Hidalgo crece también la veneración a la memoria del ilustre anciano, primer padre de México, infamemente calumniado por el bando amigo de la dominación extranjera… Venid, detractores, a Dolores Hidalgo, y acaso sentiréis pasar por vuestra conciencia encallecida el sonrojo del arrepentimiento”.

Bernardino Aguilar Montaño en texto El presidente Juárez en Dolores escribe: “Pretendía el señor Juárez tener contacto con viejos vecinos de Dolores, que hubieran conocido al Padre de la Patria. Le interesaba, decía, oír de sus labios el relato de la vida del Héroe, durante su permanencia en el lugar —toda ella consagrada al bienestar y al progreso de su feligresía—, e informarse de los primeros momentos de la insurrección. Varios vecinos le fueron presentados, entre ellos el Coronel Don Pedro García, quien muy joven había tratado a Don Ignacio Allende, en San Miguel, y al Padre Hidalgo a los cuales acompañó en la guerra; Don Luis Antonio Portillo, Cabo de la primera compañía del Ejército Español en Dolores, que había secundado el movimiento emancipador el 16 de septiembre de 1810; un anciano ya muy enfermo, que había servido como cochero a las órdenes del Padre Hidalgo; y un obrero protegido del Héroe, que desde muy pequeño había laborado en la alfarería establecida por el Libertador. Aquellos hombres, conmovidos, relataron al señor Juárez sus recuerdos, en tanto que él y sus acompañantes los escuchaban con visible interés.”

Luego el presidente Juárez recibe a los vecinos, “a quienes les habló del fin de la guerra, que era el complemento de la lucha libertaria de 1810; de que la experiencia había enseñado a todos el camino de ser libres; de que los ciudadanos deberían ser respetuosos del acatamiento de las leyes, como senda segura de la libertad, y de que los gobernantes, desde el presidente de la República, estaban sometidos al tribunal del pueblo, al cual deberían responder de la licitud de su conducta”.

En buna medida las palabras del presidente Juárez rememoran a las de Hidalgo en su Manifiesto donde apunta: “Rompamos, americanos, estos lazos de ignominia con que nos han tenido ligados tanto tiempo: para conseguirlo, no necesitamos, sino unirnos. Si nosotros no peleamos contra nosotros mismos, la guerra está concluida, y nuestros derechos a salvo. Unámonos pues todos los que hemos nacido en este dichoso suelo, veamos desde hoy como extranjeros y enemigos de nuestras prerrogativas a todos los que no son americanos”.

Ahora bien, el presidente Juárez no sólo pide recuperar a cabalidad la casa donde habitó el cura de Dolores sino elevar a la categoría de Ciudad a la villa. Además de poner para los visitantes el libro del registro en junio 6 de 1863 (luego editado como Álbum de Hidalgo por Ireneo Paz) donde se “manda abrir este registro para que en él inscriban sus nombres las personas que visiten esta casa, en otro tiempo habitada por el Primer Héroe de la Independencia de México, Don Miguel Hidalgo y Costilla.—”, mismo que inaugura el propio Juárez, los funcionarios del gobierno de la Reforma, los diputados del Congreso de la Unión que lo acompañan.

Allí destacan Francisco Zarco, Diputado por Dolores Hidalgo; Guillermo Prieto, Diputado por Guanajuato; un antiguo soldado que acompañó al señor Hidalgo desde el 15 de septiembre de 1810, y fue preso en su compañía habiéndolo acompañado en toda su expedición, General Pedro García; un soldado que acompañó al señor Cura desde la madrugada del 16 de 1810 y actual conserje de la Casa que habitó, Luis Antonio Portillo; la esposa del presidente Margarita Maza de Juárez y sus hijos… en fin, la lista sigue y sigue; pero de manera posterior, hasta el mismísimo emperador Fernando Maximiliano reconoce la importancia del cura Hidalgo.

Rostros del Moisés mexicano: algunos retratos de Miguel Hidalgo/4ª. Parte y última
Dibujo de Luis Chávez Peón donde destaca —en plano superior— Juárez y los reformistas e Hidalgo y los insurgentes. Fuente: Especial

¿Qué imagen física de Miguel Hidalgo habrán concebido Juárez y su gremio en su visita al cuarto de Dolores? ¿Alguno de los informantes les habrá descrito cómo era el anciano cura del pueblo?

En el Álbum de Hidalgo, una interesante colección de máximas e ideas elevadas, de los hombres más notables de la República y aún de algunos extranjeros, según Ireneo Paz en la «Introducción» del curioso libro, aparecen una singular serie de poemas donde algunos versos reproducen otros retratos del mismo rostro. Veamos:

A LA MEMORIA DEL ILUSTRE CAUDILLO
DE LA INDEPENDENCIA MEXICANA.

Los hijos de la España de otros días
Intentaron en vano resistir
La guerra sin cuartel que les hacías,
Para dar á tu patria porvenir.

Sacerdote de Dios, augusto anciano,
Hidalgo, honor á ti, y á tu memoria
Apoyo diste al pueblo mexicano;
Loor eterno te canta nuestra historia.

Tú fuiste padre de Anahuác querida
Por ti disfruta paz é independencia.
Eterna nos será, sí, tu memoria,
Inmortales tus hechos, tu valor;
Abriste para México la gloria,
Y volaste hasta el cielo del eriador.

                                       Julio 24 de 1869.—PEDRO NEGRETE.

* * *

*Tú, que, de nuestro México, Hidalgo, eres la gloria,
Tú, que para darnos patria sufriste mil tormentos,
Recibe ¡oh noble anciano! Los pobres pensamientos
Que una hija de Dolores consagra á tu memoria.

                                                 Septiembre 22 de 1870.—Eulalia Domenzain.*

* * *

Gracias te doy ¡oh Ser Omnipotente!
Que á un aldeano le diste por clemencia
Ver el sitio, do el venerable anciano
Dio el grito fugaz de independencia.

                                    Enero 8 de 1871.—Plutarco P. de Lara

* * *

Hidalgo, Hidalgo, se llamó este anciano
Y repito este nombre con cariño
Yo al pronunciarlo siempre estoy ufano
Lo aprendí con respeto cuando niño:
Jamás lo borraré, soy mexicano.

                                      Febrero 20 de 1871.—Trinidad Gomez.

* * *

El arrojo de los venerantes es claro y es una muestra viva de la memoria del héroe invicto: rostro del inmortal anciano que es, el Moisés mexicano, don Miguel Hidalgo y Costilla.

León de Juárez, 18 de julio de 2021
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