Es una puerta difícil de abrir, pues pesa el estigma que solo los locos acuden al psicólogo y acuden más las mujeres que los hombres, pues se creen, los hombres, que no necesitan ayuda de nadie.
En los países del primer mundo, la visita al Psicólogo es común, un tratamiento casi de rutina y también así en algunos países de Latinoamérica, y Asía, pero en nuestro México es una asignatura que se ve con recelo.
Claro que es más fácil mandar al Psicólogo a los niños a que acudan los adultos, que generalmente, son quienes más lo requieren.
Mucho se ha dicho respecto a la salud mental en estos tiempos de pandemia, pues el “cambio de normalidad” no es una tarea fácil de realizar, siempre hay una resistencia al cambio, una añoranza por el pasado y eso evita que nos adaptemos a las nuevas cosas, las nuevas rutinas.
Hemos tenido que sacrificar, desde hace mucho, libertad por seguridad, por eso vivimos más encerrados en nuestras casas, aseguramos más el automóvil, somos más cautos al salir de los trabajos. Y claro está, nos preocupamos más por los nuestros.
Con la pandemia, como con cualquier situación que ha aquejado a la mayor parte de la humanidad, se han tenido que cambiar las normas de interacción social. Así ha sido con las guerras, las revoluciones, las otras pandemias, etc., los humanos terminamos cambiando nuestras rutinas y adaptándonos a las nuevas reglas.
Los que más se resisten a las nuevas normalidades, sufre más y tienen, a la larga, más problemas físicos y psicológicos, pues al no aceptar las cosas les causa grandes conflictos.
Los más sanos, son los humanos que se adaptan a las nuevas reglas, los que toman el lado amable de las cosas y saben disfrutar de lo que ahora se le llama la nueva normalidad.
Cierto que hay cosas que dependen de nosotros el cambiarlas, pero hay muchas otras en las que no podemos incidir. Una mente sana, sabe tomar con frialdad y sabiduría las cosas y salir avante de cada situación. Así nos hemos adaptado como especie humana, así hemos superado las diversas adversidades, así saldremos esta vez y las que seguramente vendrán posteriormente.
En la capacidad de adaptación esta gran parte de la salud mental.
