¿Parte de la solución o cómplice del problema?

Jorge Marcelino Trejo Ortiz
Maestro Jorge Marcelino Trejo Ortiz, presidente del Colegio de Abogados del Estado de Guanajuato

El poder público no puede tener información ociosa o datos estadísticos sin que sean estos de utilidad social, así que el reconocimiento de un problema debe ser el inicio para el actuar y más si se trata de la autoridad.

León enfrenta momentos críticos de inseguridad y violencia y, vaya se han disparado los índices delictivos según reconoce la propia autoridad.

Esta semana el Secretario de Seguridad Pública municipal, Mario Bravo Arrona, hace revelaciones que impactan de manera negativa a los resultados en su cargo tan solo en enero y que se resumen en un incremento en todos los delitos.

Ante un grupo de regidores Mario Bravo detalló que solo en enero del 2019 se tiene el registro de mil 210 delitos cometidos en la ciudad de León. En enero de este año son mil 614 delitos de los que se tienen registro. La cifra negra -o aquello que no se denuncia- es aún más alta.

También reconoció que comparando enero de este año con enero anterior, la cifra de homicidios dolosos incrementó en más de 100 por ciento. En el 2019 se reportaron 30 homicidios mientras que enero del presente año incrementó la cifra a 64 homicidios dolosos. Por cierto, durante 19 días de febrero tenemos ya la cifra de 59 homicidios dolosos.

No basta solo con el reconocimiento sino se requiere la actuación. ¿Qué es lo que se hará con esta información?

Sin duda que para solucionar el gran problema de la inseguridad se requiere de una estrategia que no debe salir de un escritorio sino, de un gran consejo donde participen quienes son afectados por este tipo de delitos.

¿Por qué no tomar opinión de los trabajadores, alumnos, amas de casa, vecinos, profesionistas quienes también son víctimas de este delito?

En León funciona la Mesa ciudadana de Seguridad y Justicia pero, los acuerdos, no trascienden a la población en aras de la transparencia y máxima publicitación de actos que reclaman los llamados gobiernos abiertos, a menos que León no sea el caso.

La participación ciudadana no debe ser de membrete, no. Se requiere que todos los sectores de la ciudadanía estén involucrados en un tema que nos atañe a todo y, eso no podrá realizarse, si no se hace una amplia convocatoria en dos vías.

Primero: es imprescindible una mesa en materia de seguridad y justicia donde se permita a expertos hacer aportaciones informadas y no solo guiadas por el sentido común.

Segundo: es necesario escuchar lo que la ciudadanía dice a través de una amplia consulta apoyada por las tecnologías de la información y comunicación y desglosadas por los algoritmos cibernéticos

Tercero: es necesario establecer una verdadera estrategia sin la mezquindad de la correspondencia de los delitos sino con la motivación de ser resolvedores de la zozobra social.

Cuarta: es necesario informar a la ciudadanía de manera constante sobre el mapa delictivo de la ciudad para que entre todos tomemos acciones sobre rutas, horarios y movilidad en León.

Hoy nos enfrentamos a un gran reto y debemos demostrar que la ciudadanía quiere formar parte de la solución, pero eso no se va a lograr si nuestras autoridades hoy siguen en silencio ante el problema que vivimos porque, el poder servir, callar y cerrar los ojos, también es ser cómplice.