Para leer a De la Madrid Ochoa

Juancarlos Porras y Manrique
Juancarlos Porras y Manrique, analista, promotor cultural y columnista Platino.

Por estos días me di a la tarea de formular un taller de dirección literaria*, a la manera de la tradición teatral inglesa, que consiste en proporcionar los elementos teóricos a los interesados, a través de la lecto-escritura, para apreciar el valor del texto literario en su expresión poética, narrativa y dramatúrgica para crear el acto de la representación. Tiene dedicatoria ex profesa hacia Alfonso de la Madrid Ochoa Z’L. quien fue un escritor colimense de obras teatrales, así como catedrático y pintor.

Alumno de Juan José Arreola en el Centro Mexicano de Escritores, CME fue considerado como un hombre de teatro ya que con la lectura de su obra El hechicero de Chiquihuislán (1955) irrumpió en el medio intelectual. A esto sobrevinieron sus monólogos La súplica del maestro y Una voz en silencio, así como su versión de Antígona de Sófocles. Colaboró con diversos organismos en el sector público y educativo en Colima, Ciudad de México y León de los Aldama, donde, comprometido con su tiempo, difundió el arte entre los jóvenes.

Conoció Guanajuato desde 1968 al venir con la representación editorial de la revista “Comentarios” fundada por Moisés Aguilar Lugo economista guanajuatense. De manera posterior llegó a la ciudad de León para presenciar la puesta en escena de una de sus obras Los extraños hijos dirigida por Manuel González Arredondo con un grupo teatral preparatoriano. Regresó a ésta con el Grupo Teatral Revolución para realizar una serie de representaciones de su obra costumbrista Al otro lado del río. De aquella época conoció esta ciudad en una forma agradable. Y fue por esos días, que despertaron en él, “inmensos deseos de pasar aquí el resto de mi vida”, cuenta en un relato biográfico, donde inició una nueva lucha.

Desde 1984 incursionó en la pintura misma que enseñó a alumnos de diversos planteles educativos, como el CBTis No. 225, el CETis 21, entre otros, con los cuales realizó varias exposiciones colectivas bajo el nombre “De la Madrid y sus alumnos” así como los murales “La educación técnica” y “Variaciones del Quijote”. Al paso del tiempo su residencia particular, en la calle de Yuriria, se convirtió en la Casa-Museo Madrid que fue visitada por propios y extraños: alumnos, maestros, artistas y pintores de países como EE UU, Francia, Inglaterra y Canadá.

Desde 2009 se jubiló, pero siempre supo, y tuvo en la mira, que, al terminar sus últimos días, se dedicaría a la labor “a la que consagré mi vida consciente de que la educación es la más noble de las tareas”. En 2013 el Canal 44 de Guadalajara le dedicó un programa especial sobre su vida y obra. A este homenaje se sumó la Administración Municipal 2012-2015, a través de la Red Municipal de Bibliotecas Públicas de León, con el acompañamiento en una velada cultural en su Casa-Museo.

El maestro De la Madrid Ochoa murió en su ciudad adoptiva, León de los Aldama, el 21 de diciembre de 2018.

Portada del libro "Ciudad adoptiva" s/f de De la Madrid Ochoa.
Portada del libro “Ciudad adoptiva” s/f de De la Madrid Ochoa. Fuente: Especial

*Nota bene: El taller de dirección literaria está dirigido a profesores de primaria y secundaria cuya labor esté vinculada a la enseñanza de la lecto-escritura, la declamación de poesía ―individual y coral―, el teatro y la educación artística. Los interesados pueden solicitar informes del mismo al correo-e.: [email protected]