En México nos urge una sentencia condenatoria en materia anticorrupción, donde paguen los corruptos y se recuperen los desfalcos.
La fiscalía pidió 39 años de presión para Emilio Lozoya por el caso Odebretch, esto es un gran avance aunque dista mucho de ser una sentencia firme, todavía hay que recorrer un largo proceso legal del cual los mexicanos esperamos justicia.
No se que vaya a pasar en este caso, estoy muy consciente que en sentencia o amparo puede caerse todo, salir libre y que terminen diciéndole “usted disculpe” o podrían darle todos los años de prisión y ordenar la restitución de todo el dinero mal habido, no lo sé, en materia mediática se maneja la presunción de culpabilidad, todos los que salen en las notas son culpables desde el principio, en materia jurídica por el contrario está la presunción de inocencia, donde todos son inocentes hasta que se demuestre bien demostrado, sin lugar a ninguna duda razonable que es culpable; Lo que sí se es que hasta este momento la percepción de impunidad en casos de corrupción en México es imperante, nadie cree que les pase nada a los corruptos, se sabe que existen protegidos a quienes no se toca hagan lo que hagan hasta que caen de la gracia.
Para tener una verdadera justicia nos hace falta un largo camino de acciones que nos garanticen que en un futuro la impunidad no sea el resultado de los procesos. Como primer punto los legisladores deben poner atención en las leyes de compras públicas para que se eliminen muchas zonas grises que permiten que se hagan cosas malas que parezcan buenas, en estos momentos nuestras leyes permiten en gran medida la simulación. Como siguiente paso las autoridades que hacen las investigaciones deben estar muy bien capacitadas, para que integren toda la evidencia, para que no cometan errores de forma, que son los que la mayoría de las veces aprovechan los delincuentes para librarse y estar conscientes que los hechos de corrupción tienen particularidades de que son cometidos con inteligencia y coordinación, no pueden tratarse como un delito cualquiera, hay que meterse a investigar las redes, a buscar indicios de simulación y seguir las pistas, contra la inteligencia criminal hay que poner inteligencia de investigación, solo así. Finalmente los jueces deben ser especializados en materia anticorrupción, que entiendan la complejidad de los procesos y respetando el debido proceso y los derechos humanos encontrar la manera de la justicia gane sobre la impunidad.
Nos urge una sentencia ejemplificadora para que quien se pase de tramposo tenga miedo a las consecuencias, para que a nadie se le haga fácil, para que se valore más la libertad que la oportunidad de conseguir un provecho mal habido y el sistema de justicia gane un poco de credibilidad. Nos urgen muchas sentencias condenatorias para saber que el que la hace la paga, nos urge que la honestidad sea lo normal y la corrupción la excepción, para eso necesitamos mucha prevención pero sin lugar a dudas también que se sienta la fuerza de la ley.
