No se de qué serás capáz

Juan José Alvarado, columnista en Platino News

Desde hace ya algunos años, se ha dado como un evento psicosocial las marchas y los plantones del 8 de marzo.

Así mismo, cada año surgen los comentarios y sobre todo las controversias de que, si es correcto o incorrecto las pintas, los grafitis, el romper vidrios, el quemar puertas de oficinas gubernamentales.

Mi superyo actúa de inmediato y algunas de las enseñanzas de la casa me dicen que eso está mal, pero otras de las enseñanzas de la casa me dicen que eso está bien. Ufff, que guerra de lo aprendido en el grupo primario.

A lo largo de tantos años, yo he hecho infinidad de veces la pregunta y cierto, las opiniones se dividen: es correcto, es incorrecto. Parece la eterna lucha de liberales y conservadores, de izquierda contra derecha, de mochos y libres pensadores.

Pero generalmente, las mujeres están más a favor y los hombres más en contra de lo que los medios dicen y califican como vandalismo, pero lo cierto es que las voces conservadoras, los mochos, los derechistas, no opinan u opinan poco, escaso, con un aterrador silencio cada vez que se cometen abusos en contra de las mujeres.

Las personas a las que les pregunto: ¿qué harías tú si agreden, maltratan, violan a tu mamá, a tu hermana, a tu esposa, a tu hija, vamos, a una mujer que tu quieres, a una mujer muy cercana a ti… generalmente responden con un cobarde silencio, a lo mucho con evasivas.

No son, lo sé, capaces de defender a las suyas, a las cercanas, a las queridas, a las amadas. Y les digo mujeres: para que quieren a esos hombres, aunque sé muy bien que cada día las mujeres son más y más capaces de defenderse solas.

Ya lo dije: …y se escandalizan porque queman puertas, pintan paredes, rompen vidrios, etcétera, pero minimizan todas y cada una de las agresiones que sufren constantemente muchas mujeres: niñas, adolescentes, jóvenes, adultas, viejas. No hay distingo para los agresores, pues hay un atroz silencio de las autoridades, de la sociedad, de muchos que se vanaglorian de ser el sexo fuerte.

He escuchado comentario como: “pégale en donde no se note”, “le gusta, pero se hace de rogar” o “para eso son las mujeres”. Está por demás decir que son personas muy rudimentarias, hombres con pensamientos retrogradas, elementales, dañinos siempre y más en este siglo XXI.

Tenemos otra tarea pendiente como sociedad.