No hay liderazgos

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

No hay o faltan es casi lo mismo, pero es más contundente el decir las cosas como son y nos damos cuenta que no hay liderazgos económicos, políticos, religiosos, sociales; estamos a la deriva en un inmenso mar en donde cada quien trata de salvarse.

Al grito de sálvese quien pueda el mundo esta en manos de nadie. Cada quien trata de sacar la mejor tajada y el mejor beneficio para sí, sin importarles los demás, sin tomar en cuenta, en ocasiones, ni siquiera a sus más cercanos.

Se está dispuesto a traicionar a cualquiera con tal de sacar una ventaja u obtener algo, lo que sea que le permita sobrevivir o escalar en las diversas esferas sociales. No hay lealtades a los demás sólo a sí mismo.

Se dice que en la Alemania Nazi había dos grandes grupos de control, la Gestapo y la SS, ambas temidas por todo mundo, pero los espías más peligrosos y más fieles al Tercer Reich no eran ninguno de estos dos grupos, el grupo más temido, que operaba desde las sombras eran los amigos, la familia, la esposa o el esposo, los hermanos, la amante, que con tal de obtener algo del estado, delataba a sus más cercanos.

Así estamos ahora a todos los niveles y con la falta de liderazgos la situación se agrava cada día más. No hay un político a nivel mundial que aglutine a todos, no hay un líder religioso con un peso específico, no hay un liderazgo científico, no hay un liderazgo social que marque un rumbo.

Nadie esta pudiendo contener la vorágine social, pues cada día las posiciones se radicalizan más por menos. Diríamos casi coloquialmente: cada día hay menos tolerancia a la frustración y las posiciones se enconan más y suben más de nivel.

Todos se dicen tener la razón y defienden más que racionalmente sus puntos de vista, con posiciones coléricas e irracionales. Cada día es más difícil tener un punto de vista encontrado o contrario al vecino, pues este piensa que se le ataca y quiere defenderse con todo.

Aquellos días de grandes, acalorados, pero respetuosos debates con gente que tenia posesiones morales, ideológicas, sociales diferentes se van escapando de las manos, dando entrada a los encuentros violentos e irrespetuosos.

En las redes sociales por internet -siempre ha habido y sigue habiendo, otros tipos de redes sociales- el lenguaje es cada día más ofensivo cuando alguien no está de acuerdo con lo que manifestamos. Pero sale la ofensa, la agresión, no los argumentos, las tesis. Cuando lo que enriquece es la diversidad con respeto.