Naranja agria

Francisco Meza es académico y analista de los tiempos. Es columnista en Platino News.

Le ha llegado la hora al partido Movimiento Ciudadano y a sus principales líderes de salir raspados en las actuales circunstancias políticas por las que a traviesa la competencia electoral. No estaban exentos, pero habían podido lidiar con ciertas situaciones que los ponían, incluso, hasta en un lugar especial del escenario político.

Ahora tendrán que remar contra corriente, darle un giro a la situación y volver a posicionarse en la competencia electoral porque han quemado un cartucho para el 2024. En todo este embrollo tenemos que subrayar el papel del propio partido, de su dirigente fundador: Dante Delgado y del joven político, gobernador de Nuevo León: Samuel García que jugó de más.

EL PARTIDO NARANJA

Como partido político ha tenido diferentes facetas con el propósito de arraigarse en la política mexicana. Nació en 1999 con el nombre de Convergencia por la Democracia. En aquella época, intentaban aparecer como una fuerza política que facilitara los acuerdos entre los diferentes partidos que no los conseguían. Converger, era su propósito precisamente para coincidir en la misma posición ante algo controvertido, como lo explica el mismo diccionario. Mucho no se alcanzó, pues en esa época que se hablaba de la necesidad de las grandes reformas no se consiguieron.

En el 2011 se transformarían en Movimiento Ciudadano e implementaron una estrategia de incorporar a ciudadanos que pudieran revitalizar la política mexicana. A pesar de ello, el cuestionamiento de que a final de cuentas los políticos no dejan de ser ciudadanos siempre estaba presente. En el 2018 comenzarían a tener un crecimiento notable en ciertas entidades, una de ellas: Jalisco, en donde ganaría la gubernatura y varios municipios.

En la actual coyuntura política alcanzaron relevancia porque la oposición veía al partido de su lado para competir con la 4T; no obstante, el partido naranja decidió ir solo por asumirse como la nueva política y dejar de lado la vieja política representada por el PRI y el PAN.  Para sus críticos se trató más bien, de dividir la oposición y seguirle el juego al oficialismo.

Con esa decisión, apuntaron al 2024 y quemaron las naves, con su dirigente Dante Delgado y los nuevos políticos como Samuel García.

DANTE DELGADO

El fundador, dirigente y eterno líder de Movimiento Ciudadano es Dante Delgado que nació, políticamente hablando, en el Partido Revolucionario Institucional en su natal Veracruz. Con el partido tricolor fue gobernador de Veracruz, diputado federal y delegado de la SEP en varios estados.

En 1995 renuncia al PRI y posteriormente funda el partido Convergencia, que nos ocupa. Se formó y comprendió la política mexicana desde el partido tricolor. Para algunos analistas se trata de un avezado político y para otros, el cacique del partido. Lo cierto es que desde hace veinticuatro años toma las decisiones importantes en Movimiento Ciudadano y lo sigue haciendo en este momento.

Durante el transcurso de este gobierno, se integró a la oposición para formar un bloque de contención legislativo para evitar que la 4T sacara las reformas constitucionales y así fue. Ya iniciada la competencia la competencia electoral se mantuvo en el empeño de que el partido no se integrara al FAM, a pesar del desacuerdo de otros líderes como Enrique Alfaro de Jalisco.  Dicha posición se ha tomado como muy importante porque podría afectar el resultado electoral.

Una vez que han sucedido los hechos del estado de Nuevo León, Dante Delgado se ha sostenido en ir solos y declarar que el bloque de oposición está muerto por los agravios de la vieja política.

Así que, es muy probable que, en la parte final de su carrera política, Dante Delgado se convierta en el político que termine respaldando indirectamente al oficialismo.

SAMUEL GARCÍA

El protagonista principal de los recientes hechos fue Samuel García, gobernador de Nuevo León, que quiso abarcar mucho y su candidatura terminó en un desastre.

Joven político que se integró a Movimiento Ciudadano en 2017 y que ganó una senaduría con este partido en 2018; posteriormente, ganaría la gubernatura en 2021. Un ascenso rápido en la política, explicado en parte por el uso de las redes sociales en colaboración con su esposa, la empresaria e influencer Mariana Rodríguez que registra 3.5 millones de seguidores en Instagram y 400 mil en Tik Tok, solo por mencionar algunos.

Con apenas dos años en la gubernatura decide convertirse en precandidato de Movimiento Ciudadano para la Presidencia de la República sin considerar el contexto político de la entidad en donde no cuenta con la mayoría en el Congreso local y arrastra conflictos con la oposición por la designación del fiscal, intentos de juicio político y el control presupuestal.

Cuando el Poder Judicial decidió darles la razón a sus adversarios políticos, inmediatamente regresó a la gubernatura y amenazó con regresar por la presidencia en el 2030. No tuvo un error de cálculo, tuvo un error de lectura política y de ego.

NARANJA AGRIA

Todo lo anterior se combina para que Movimiento Ciudadano pase de Movimiento Naranja a Naranja Agria. Si intentaron convertirse en protagonistas de la elección 2024, lo han conseguido, pero por el efecto contrario. Han quedado expuestos por sus vacilaciones y errores.

Queda mucho por recomponer y retomar para la elección de 2024. Entre otras cosas, tendrán que redefinir su lugar en la competencia electoral, designar un candidato con posibilidades de competir y realizar una oferta política que pueda ser atractiva para el elector en lo que se proponen como nueva política.

Todavía hay tiempo, pero han desperdiciado un arranque que prometía con Samuel García y eso podría marcar su rumbo para el 2024.