¡Me enferme de estrés!

Alejandra Isabel Rangel Velázquez
Alejandra Isabel Rangel Velázquez Pluma Platino News

León Guanajuato a 5 de Octubre.-No sé ustedes, pero yo no recuerdo haber escuchado nunca a mi papá decir que se enfermó de estrés, hasta cierto punto era un signo de debilidad decir que se había enfermado de cualquier cosa, y más porque esto ponía en riesgo su trabajo.

Este 23 de Octubre en México, comenzará a aplicarse la NOM-035, que muchos ni han escuchado, ni tienen idea de que trata, a pesar de que no es tan nueva pues su primer fase entro en vigor el año pasado, ¿qué es? es el reconocimiento de las necesidades básicas y necesarias de los trabajadores.

Yo celebro esto mucho, el objetivo de esta norma es precisar, analizar y prevenir factores de riesgo psicosocial. Aún así considero que antes de ser trabajador eres persona, un ser vivo con procesos complejos y que aunque se tenga apoyo psicológico, nutricional, o facilidades para ejercitarse, si hay una desconexión con su espíritu, seguirá rindiendo menos, o contribuyendo a un ambiente poco favorable.

Día con día estamos expuestos a situaciones que no podemos controlar, incluso estamos en contacto con personas que nos llevan a posturas muy complicadas. Todas esas situaciones que no podemos controlar nos llena de energías negativas, baja nuestra vibración, ¿y cómo se traduce esto?, hacemos de esas situaciones tan nuestras que nos aferramos a ellas, el estrés aumenta, la ansiedad se hace presente, nuestras emociones se vuelven enemigos, y poco a poco se vuelve más difícil liberarse de todo lo que nos estorba, la mayoría de las personas llega al entendimiento de que tiene que hacer un cambio hasta el momento que está en el límite, ¿cuál límite?, cada persona tiene un límite de tolerancia a la frustración, unos más alto que otros, pero todos lo tenemos y es hasta que estamos en ese punto, que varios se dan cuenta que no deberían de estar ahí.

Hay personas que eligen cargar con todo eso, cada noche se dicen: – ya no puedo más… y cada mañana al despertar van mutilando un poco de su voluntad y su esencia, pues solo de esa forma es que uno es capaz de continuar dañándose. Al final se convierte en una enfermedad del alma, los síntomas se irán haciendo más presente, primero en el estado de ánimo, luego en la perdida delo interés laboral, y tristemente afectará en el ámbito familiar, una vez que la enfermedad avanzo tanto se experimenta un vacío que muchos llaman depresión, un vacío que nadie, ni nada puede llenar, porque lo que se ha perdido es la esencia misma  que nos hacía únicos e irrepetibles.

De personas tristes, malhumoradas, irritables, o insensibles hemos escuchado bastante, incluso ahora puede que estés pensando en una. No pasa nada, si identificas a alguien, no es un juicio para esa persona, quizás esa persona solo requiere re conectarse con su esencia, olvido cómo era, porque es más fácil vivir años aceptando lo que no nos hace feliz.

La mayoría de las veces son situaciones externas las que nos afectan, situaciones que no podemos controlar, pero no aceptamos que no podemos hacerlo. A veces son las relaciones interpersonales son muy complejas, y mientras menos aceptamos que no podemos tener un control sobre las decisiones, movimientos, y deseos de las demás personas, más difícil se vuelve lidiar con nuestra familia, amigos, o pareja.

Pero sobre todo en todo trabajo hay un grado de exigencia que nos llevan a nuestros límites, unos más que otros por ejemplo, imagínate que mañana despiertas siendo un policía, en tu trabajo haces lo que está en tus manos para hacerlo lo mejor posible, pero se vuelve más difícil cada día, por los horarios pesados que tienes que cubrir, las situaciones que tienes que atender (situaciones que no van a ser sencillas), además de eso, algunos compañeros de trabajo han mostrado poca ética, y a ti te identifica la población como uno de “los malos elementos” solo por tu uniforme, pongo este ejemplo porque es de los más claros, pocas veces nos ponemos en los zapatos de otros, y si tuviste una mala experiencia con un policía, probablemente se te dificulte que confíes en otro, pero trasládalo, quizá tu trabajo no se encuentre bajo el escrutinio público, pero eso no implica que no  te enfrentes todos los días a situaciones que alteran tu armonía, todos los días hay algo con lo que tienes que esforzarte.

Si la Secretaria de Trabajo y Prevención Social, ya detectaron que era necesario un cambio, ¿Porque no contribuir aún más a ese cambio?… La terapia holística es una excelente opción para completar la atención a nuestro ser, se considera que es la atención del ser humano como una unidad, cuerpo mente y espíritu, llámese terapia de constelaciones, con Ángeles, Registros Akáshicos, biomagnetismo, Reiki, etc.

Hace poco escuchaba a Ivan Donalson hablando sobre la paradoja del cambio en uno mismo, básicamente contempla que para lograr la auto-transformación debemos no desear el cambio, ¿cómo? Muy simple debemos conocernos y aceptarnos de tal forma, que podamos estar muy a gusto con nosotros mismos y en ese punto se produce un cambio de percepción, ya no vuelves a ser el mismo…  Algunos  me preguntan que es una terapia holística. Y en resumen es eso, obtener un mejor resultado en nuestras vidas, a partir de un cambio consiente.

Hay malestares que no pasan con un paracetamol, hay sufrimientos  que se convierten en dolor, heridas que vamos haciendo a nuestro espíritu y en nuestras manos esta atenderlo. La mayoría de las veces la magia ocurre cuando aceptamos todo de nosotros lo bueno y lo malo, pero también cuando aceptamos que los demás están haciendo lo mejor que pueden, de la mejor forma que pueden.

Un facilitador holístico te puede acercar a ese entendimiento de ti mismo, pero tampoco será tu gurú o tu guía, pues ese papel protagónico es individual, simplemente te acompañar para que ocurra ese cambio. Si quieres saber más de este tema y otros que te pueden ayudar a desarrollar y fortalecer tu espíritu te dejo el link de mi página en Facebook.