Las mujeres están locas

Carlos Díaz Ábrego
Doctor Carlos Díaz Ábrego, analista Platino

“Creo que las mujeres están locas si pretenden ser iguales que los hombres. Son bastante superiores y siempre lo han sido. Cualquier cosa que le des a una mujer lo hará mejor. Si le das esperma, te dará un hijo. Si le das una casa, te dará un hogar. Si le das alimentos, te dará una comida. Si le das una sonrisa, te dará su corazón. Engrandece y multiplica cualquier cosa que le des” Pensamiento del premio Nobel de literatura en 1983, el británico William Gerald Golding.

Ayer 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, un acontecimiento para recordar la lucha de igualdad de género. A lo largo del tiempo la mujer ha ganado derechos y libertades, aún queda mucho por hacer para que la mujer esté en un verdadero plan de igualdad con el hombre. Y más aún en sociedades tercermundistas y machistas, donde la desigualdad se multiplica a la “N” potencia.

¿Cuál es el verdadero origen del Día Internacional de la Mujer? En los últimos días se ha hablado mucho de ello y después de ayer y de la convocatoria reivindicatoria de hoy, ¿de donde surge?

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 1972 que en 1975 sería el Año Internacional de la Mujer. Esto fué un reconocimiento a los 25 años de trabajo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Una comisión que luchó por eliminar la discriminación contra la mujer en 1967. La ONU incluyó en los objetivos del segundo decenio la plena integración de la mujer.

Sin embargo existe un antecedente que se remonta a 1909, primer año que se celebró y fue en E.U., organizado por mujeres de un partido socialista, congregando a más de 15 mil mujeres en una marcha en Nueva York, pidiendo una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derecho al voto.

Fue en 1910 cuando en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague se designó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El objetivo era: promover la igualdad de derechos.

Durante todos esos años hasta el día de hoy, la mujer permanece en franca lucha por la igualdad de condiciones laborales, sociales y políticas en sus respectivas sociedades y culturas. Obviamente en las democracias consolidadas en países del primer mundo, el resultado de esas luchas han tenido importantes avances, contrario a sociedades subdesarrolladas y gobiernos autoritarios como ha sido nuestro caso en México.

En nuestro país la situación en relación a la violencia contra las mujeres señala al matrimonio como un espacio peligroso a veces comparado con la esclavitud considerando que viven aisladas en un estado de absoluta indefensión y sometidas a los deseos y voluntad de los esposos. Esta situación ha sido identificada en todos los estratos de la sociedad mexicana, da lo mismo aquellos matrimonios de la alta sociedad, media o baja. Los malos tratos y la violencia física y mental que han sufrido las mujeres en el seno del hogar ha sido una constante.

Posteriormente esta escalada de violencia y desigualdad contra la mujer transita en el ámbito del trabajo. La aparición del acoso sexual como problema social en relación a los hombres acosadores en sus trabajos, dejando en inferiores condiciones a la mujer respecto a las del varón y sufriendo constantemente el asedio maldito contra la mujer al grado de presionar la continuidad del trabajo a cambio de sexo.

La llegada de la alternancia política y la democracia en México trajo consigo también la llegada de grupos y movimientos feministas que dieron como resultado la inclusión de políticas públicas e instituciones como el Instituto de la Mujer y la sensibilización política y social para que la violencia contra las mujeres entrara de lleno a la agenda política del gobierno federal y se replicara en los estados y municipios.

Sinembargo esos pequeños pasos y logros se han visto frustrados al confrontar el Presidente AMLO y su gobierno al movimiento feminista que hoy revoluciona al país con su llamado al paro nacional más que justificado y sentido por millones de mujeres y muchos hombres que nos sumamos a dicho movimiento. El machismo y decrepitud del Presidente no lo dejan ver más allá de su soberbia e intolerancia. ¡Es una pena!

¿No cree usted?

Carlos Díaz Ábrego
Mexicano, orgullosamente Guanajuatense y leones. Abogado egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM y Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Analista político!! Comprometido con mi país y con la sociedad.