“Las hijas e hijos del Alma Mater, viven”

En la presidencia municipal de León también se realizó una marcha de solidaridad.

Nuestra Alma mater, la Universidad de Guanajuato, se levantó del  letargo donde la tenían enclaustrada, sus hijos reclamaron el lugar que les correspondía en la historia y no quisieron ser una generación humillada, olvidada y despreciada, no sólo levantaron la voz sino  se pusieron de pie y marcharon a nombre del pueblo de Guanajuato, la marcha se realizó en silencio,  con orden, disciplina y organización con lo cual se cimbraron todos los cimientos de la vieja estructura universitaria, la emblemática escalinata de la colmena parecía interrogar “donde estás Ana Daniela? Dónde está tu asesino?

Un asunto que de primer momento desdeñó un suicidio, a lo que sus compañeros reclamaron: “No, fue un feminicidio” y la comunidad universitaria marcó la diferencia, no estaban dispuestos a seguir escuchando falsos supuestos. En este hilo  conductor, primero fue Gabo en Celaya y los jóvenes  tomaron la calle y hoy los universitarios enseñaron el músculo para llamar a cuenta a las autoridades guanajuatenses.

Así las cosas, a propios y a extraños les sorprendió la actitud enérgica, pero con respeto de la comunidad estudiantil, no hubo pliegos petitorios, pintas, destrozos ni daños a terceros, sólo  una voz en la cual nuestra Alma mater representó a León, Irapuato, Celaya, Pénjamo y otros lugares guanajuatenses,  que se celebrara un Convenio de coordinación y colaboración entre el gobierno del Estado,  la Universidad de Guanajuato, la Fiscalía General del Estado y el municipio de Guanajuato al tenor de las siguientes cláusulas y donde no hubo cabida a discursos sino obligaciones y compromisos comunes, todos estos son importantes pero resalta una disculpa pública por parte del Gobernador Lic. Diego Sinhué Rodríguez, el Rector de la Universidad Dr. Luis Felipe Guerrero por la omisión en su respectiva omisión en los casos de alumnos y alumnas desaparecidos en el Estado de Guanajuato, la destitución o expulsión  de Julio César Kala y Lourdes Gazol Patiño del programa UGénero, implementación de cursos de sensibilización dirigido a elementos de seguridad, enfocados a la educación cívica y sexual de Guanajuato; no más acoso sexual a todas las mujeres y sobre todo a las alumnas universitarias; no más violencia por razones de género; seguridad para los universitarios y de forma permanente con la creación de casetas y botones de pánico entre otras cosas. No paso desapercibido que dentro de los antecedentes se estableció que el día 4 de diciembre, las y los alumnos de la U.G. realizaron en su ejercicio a la libre expresión, apoyo y  solidaridad de diversas instituciones educativas, en exigencia de justicia las y los estudiantes privados de su vida y libertad como Ana Daniela González, Wendy Morales Suárez, Jorge Alberto Rodríguez Rocha, Lesvy “N”.

En congruencia,  debemos anotar que la Fiscalía del Estado resolvió en tiempo récord el feminicidio de Ana Daniela González, pero en mi opinión  faltó un poco de sensibilidad para atender a los jóvenes universitarios, de una forma directa en la primer oportunidad o asamblea, sin embargo, con toda justicia debemos ser puntuales en que a la Fiscalía le corresponde la investigación de los delitos, cuando éstos ya  sucedieron para que se castigue al culpable, se proteja al inocente y haya reparación del daño pero es a la Secretaría de Seguridad Pública a quien le corresponde la prevención del delito y la seguridad de los guanajuatenses y que en esta ocasión fue el gran ausente porque éste es el encargado y responsable de la seguridad de los guanajuatenses,  pero el gran perdedor es el Rector de la Universidad porque el divorcio que fue evidente y notorio por la falta de empatía de las máximas autoridades de la Rectoría fue evidente. El departamento de Ciencias Naturales y Biología ha acompañado a  Ana Daniela y a pesar de todo el dolor que han causado estos hechos, hoy se ha escrito en la página de Guanajuato, un nuevo capítulo. Esta generación de universitarios asumen el liderazgo de todos los muertos y desaparecidos que se han suscitado en los últimos tiempos, se le acabó el tiempo al Gobierno del Estado que han asumido la palestra con discursos floridos y argumentativos. Es aquí y ahora, en donde se desnudó a todos aquellos que no han trabajo por la justicia en Guanajuato, este es un movimiento legítimo y representa el crisol de los intereses más puros del pueblo de Guanajuato, no más muertes, no más excusas, no más tiempo, o se garantiza la seguridad o daremos paso a la anarquía porque  el tejido social se descompuso, se perdieron los valores, se perdió la credibilidad del Estado, por lo que desde esta tribuna manifiesto mi irrestricta solidaridad y apoyo como hijo de mi alma mater, la Universidad de Guanajuato porque a pesar de haber terminado mis estudios tengo en mi conciencia el compromiso de ser egresado de una Universidad pública que es rectora de  de las políticas, sociales y culturales y hoy la juventud pujante y estudiosa está cumpliendo con el cometido que la sociedad le reclama, termino, este es sólo el principio si ya se logró el cumplimiento en parte de este convenio, declaro con toda humildad lo siguiente “aún quedan muchas alhóndigas por incendiar”.