Las elecciones en tiempos de coronavirus

Pepe Pedroza
Pepe Pedroza, analista Platino y especialista en temas electorales.

La pandemia que estamos sobreviviendo ha trastocado nuestra rutina y las actividades electorales no son la excepción, el Covid-19 amenaza con transformar no solo la forma en que apreciamos la vida, sino también el panorama político de los estados Hidalgo y Coahuila.

En política el orden de los factores si altera el producto y sin duda el escenario electoral en estas entidades federativas no será el mismo antes y después del virus que aqueja a toda la humanidad, pero primero un poco de antecedente:

El Estado de Coahuila renovara 25 Diputados Locales (16 de mayoría relativa y 9 de representación proporcional), el relevo de los Diputados que deberá de llevarse a cabo el 01 de enero del 2021 significa para el Gobernador Riquelme una evaluación a la mitad de su mandato, sin que se contiendan los municipios que se renovaran hasta la elección del 2021.

Mientras que el Estado de Hidalgo gobernado por Omar Fayad (quien está a menos de 2 años de dejar el poder) renovara 84 Ayuntamientos que debieran de entrar en funciones el 05 de septiembre del año en curso.

El pasado 02 de abril el INE como máxima autoridad electoral acordó atraer ambas elecciones a efecto de suspenderlas hasta que sea superada la contingencia sanitaria, habiéndose desahogado ya las pre-campañas quedaran pendientes las etapas definitorias como lo son la etapa de campañas que se debió de haber desahogado del 25 de abril al 03 de junio y su correspondiente jornada electoral que se tenía proyectada para 07 de junio.

México no es el único país que ha tenido que diferir comicios electorales, misma suerte tuvieron otros 37 países entre los que se encuentran por poner un ejemplo: Francia, India, Argentina, Paraguay, Sudáfrica, España y Australia, que han pospuesto desde elecciones parlamentarias hasta presidenciales.

El obligado receso con motivo de la crisis sanitaria inevitablemente impactara en el calendario electoral y en los elementos cualitativos de percepción que significaría un viraje de último momento en las preferencias electorales de los partidos y sus gobernantes.

EL CALENDARIO.

Al proceso electoral en pausa le restan cuando menos 12 semanas (3 meses) de desahogo electoral la cuales a grandes rasgos las podríamos clasificar de la siguiente manera (conceptos generales y con efectos ilustrativos):

1 semana de registro y definición de candidaturas

6 semanas de proselitismo (campañas)

1 semana de Jornada Electiva (con su respectiva veda proselitista)

1 semana de cómputos y resultados electorales.

3 semanas resoluciones judiciales locales, federales y declaraciones de validez.

Suponiendo que regresemos a la normalidad electoral (si es que eso aún existe) el 15 de junio, significaría que el 15 de septiembre (y de una forma muy apretada) tendríamos desahogado el proceso electoral, es aquí donde los tiempos de sucesión se empalman en el caso de Hidalgo que para el 5 de septiembre esperaba la transición de sus Ayuntamientos.

Es decir que por lo menos por 10 días se tendrían que habilitar consejos municipales designados por el Congreso del Estado de Hidalgo para que gobiernen en ese lapsus de vacío de poder electo; esta situación le es ajena a Coahuila que bien podrá empezar el 2021 con un renovado Congreso Estatal.

Es muy probable que la jornada electiva se traslade a mediados de Agosto sin embargo lo más responsable seria esperar a que se decrete el reinicio del proceso electoral para hacer cuentas de nuevo, pero resulta ya más que claro que el Congreso de Hidalgo tendrá que adoptar medidas para resolver la gobernabilidad en los municipios, eso ya a estas alturas es inevitable.

ELEMENTOS CUALITATIVOS (PREFERENCIAS Y ACEPTACIÓN ELECTORAL).

La aprobación de los gobernantes se traduce en gran medida en nivel de aceptación de las opciones políticas, es decir que se traduce en intención de voto, si bien no es una regla irrefutable, si es una realidad que la aprobación gubernamental se convierte en un factor de medición previo a los comicios.

La aprobación del Presidente Andrés Manuel López Obrador (principal referente del partido gobernante) ha resentido los desatinos que ha denunciado la oposición, Consulta Mitofsky coloca al tabasqueño empezando abril con un 47.9% de aprobación, mientras que desde palacio nacional argumentan mantener el 60% de las preferencias aun cuando esto significa la pérdida de 3 puntos porcentuales en el último mes; ya sea más o menos es un hecho que el mandatario resiente ya el desgaste de gobernar.

Efecto contrario sucede con los Gobernadores que de una manera lógica capitalizan el repliegue del actor electoral más importante del país y por lo general cosechan mayores porcentajes de aprobación o en el peor de los casos se mantienen en los mismos márgenes.

Es así que en el caso que nos ocupa Miguel Riquelme de Coahuila registra el mayor crecimiento de los 32 Gobernadores en su porcentaje de aceptación al crecer de 42.9% en Marzo a 53.1%, más de 10% porcentuales, siendo el 5º Gobernador mejor evaluado de la Republica, Coahuila se ha distinguido por mantener reglas de convivencia estrictas y una fuerte sobreprotección e inversión a su cadenas industriales.

Mientras que Omar Fayad de Hidalgo se mantiene en el top ten de los mejores Gobernadores ubicándose en el 7º lugar con 46.1% de aprobación, ser uno de los primeros mandatarios infectados por el virus y tras el despliegue de notable activismo sanitario le ha rendido lo suficiente para sacarle rendimientos electorales con miras a sus inmediatas elecciones.

CONCLUSIÓN

Sin caer en desafortunadas frases como aquello de que la pandemia llego “como anillo al dedo”, es indudable que la crisis puede dar un respiro de estrategia y/o relanzamiento a los gobiernos de los dos estados priistas, el viraje que provoco el coronavirus es una realidad y más aún en la inmediatez que vivirá Hidalgo, para lo anterior es condición que ambos gobernadores hagan muy bien las cosas para capitalizar políticamente las condiciones actuales, de lo contrario puede convertirse más en una fatal amenaza que en una área de oportunidad.

¿Estos resultados podrían significar el relanzamiento del Partido Revolucionario Institucional?

¿Coahuila e Hidalgo marcaran el inicio de la debacle electoral del Presidente?

A mi juicio este será solo un ensayo marcado por lo fortuito del momento socio – político que vivimos, para despejar estas preguntas será necesario medirlo bajo los resultados del 2021 y una probable revocación de mandato.