La Policía frente a un nuevo enemigo….

Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino
Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino

León Guanajuato a 26 de Mayo.-En ocasiones anteriores hemos hablado de las dificultades que la policía enfrenta en su quehacer cotidiano, desde su proceso de selección, capacitación, evaluación, permanencia, promoción, hasta el que su trabajo cotidiano implica, interactuar con los ciudadanos, enfrentar las amenazas ordinarias a la seguridad de los mismos, y las extraordinarias, que lamentablemente se fueron haciendo mas comunes, derivadas de enfrentar a la delincuencia organizada.

Hoy cumplen casi dos meses y medio enfrentados a un nuevo enemigo, el COVID-19, creo que todos hemos visto en redes sociales memes de gente que dice “si te quiere detener la policía, tose y di que estas enfermo”, “escúpelos y di que tienes COVID-19”, y seguramente el chiste hará reír, pero lo que esta de fondo es que además de que los elementos deben trabajar largas jornadas con todo el equipo puesto, manejar, estar pendiente del radio y de sus patrullajes, ahora deben tener cuidado de no ser contagiados.

En los últimos reportes conocidos, la Secretaria de Seguridad Pública de León a registrado al menos 4 casos de elementos de la Policía, Transito y Prevención del Delito que han dado positivo a este virus, de los cuales afortunadamente solo uno ha requerido hospitalización, pero….. con cuantas personas interactúa un servidor publico, como los de seguridad, que son de las dependencias que mas contacto tiene con la ciudadanía?, difícil de calcular.

El riesgo esta ahí, desde marzo que se empezaron a tomar las medidas, se ha tratado de mantener una línea clara sobre  la distancia que se debe guardar entre las personas, el uso de cubrebocas (incluso primero en el nivel estatal y municipal), la suspensión de actividades no esenciales (ese es otro tema largo), se publicaron incluso “disposiciones” sobre que el uso de cubrebocas es obligatorio en el municipio de León, y que su falta de uso haría susceptible al ciudadano de ser sancionado y detenido. Se supo de algunas detenciones los primeros días, pero ahora no tenemos nuevos reportes, incluso se han venido relajando las medidas por los ciudadanos, cansados de la cuarentena y el aislamiento, que buscan regresar a los empleos y a la vida como antes de la pandemia.

Pero regreso a los elementos de policía, es difícil su tarea, por una parte de manera habitual son cuestionados en su actuar, porque no nos gusta que nos digan que hacer o no, y por otra parte, ahora es mas difícil su tarea de interacción, pues si son celosos de su trabajo, no alcanzarían las patrullas para trasladar a los que violan las normas de pandemia, e incluso su detención seria una complicación de salud mas para toda la comunidad.

Los elementos sufren estrés, el riesgo de ser contagiados es latente, mas que un ciudadano normal por su amplia movilidad en le municipio y el numero de personas con las que tiene contacto, a ello debemos de sumar que inicialmente no contaban con el equipo, guantes, cubrebocas, gel, pero aunque el tiempo a avanzado y el municipio ha venido dotando del material, basta con que veamos a los elementos, en el mejor de los casos traerán un cubrebocas, no colocado adecuadamente; no, no podemos olvidar a aquellos que ya tenían en riesgo su vida y ahora suman una amenaza mas, si bien no se han registrado decesos de elementos por COVID-19, no debemos esperar a que ello pase, muchos elementos están cansados, y ese desgaste lleva a que empiecen a ser omisos en su trabajo, disminuyendo la eficiencia de su quehacer, pero además, afectándolo en su ámbito personal y familiar; pues el sale a la calle, y su familia, al menos en teoría, debería estar en cuarentena, lo que hace que sienta, válidamente, que los pone en un riesgo mas del que ya se encuentran.

Estos son tiempos difíciles, hemos visto los números de seguridad, delitos y faltas administrativas están ahí, se que la pandemia a demandado esfuerzos extraordinarios para amplios sectores de la sociedad, no hay palabras que alcancen para  reconocerles, pero debemos de voltear a ver a quienes nos cuidan, fortalecer sus facultades para apoyar en este momento, cuidar su equipamiento adecuado y su estado anímico, un equipo desmoralizado difícilmente gana una batalla, y nuestros cuerpos de seguridad, tiene  muchas batallas día a día.