La magia de las Brujas del Mar

Martín Diego Rodríguez, columnista Platino
Martín Diego Rodríguez, columnista Platino

Así como la película “Un día sin mexicanos” (Sergio Arau, 2004) ofreció una visión sobre la falta de mano de obra de los paisanos en California, Estados Unidos, #UnDíaSinMujeres pretende sensibilizar a la sociedad de su importancia en todos los roles sociales.

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y este año lleva el lema “Soy de la Generación de la Igualdad: por los derechos de las mujeres”, un día después se convoca el primer paro de mujeres del que se tenga memoria en la historia moderna de México.

El movimiento fue convocado por el colectivo Brujas del Mar que, desde Veracruz hacen activismo a favor de las mujeres, usaron las benditas redes sociales par detonar su propuesta que, por cierto, llegó en un momento en el cual tanto mujeres como hombres, tenían un hartazgo ante casos específicos de violencia de género que se vivieron durante la convocatoria.

La primera publicación ocurrió el 18 de febrero a las 5:40 de la tarde tiempo del centro la cuenta Twitter de Brujas del Mar. La segunda publicación fue minutos después, a las 17:44 en Facebook. El texto: “Si paramos nosotras, para el mundo. Unámonos a esta protesta simbólica, paralicemos nuestras actividades por un solo día para que se den cuenta que están dejando al olvido al 52 por ciento de la población. #UnDíaSinNosotras #ParoNacional”.

https://www.facebook.com/brujasdelmar/photos/a.122812902444174/207312870660843/?type=3&theater

No fue la derecha, no fue la izquierda, fueron mujeres sensibles que lucharon por ser visibles ellas solas. La fuerza del mensaje, el propósito y las redes sociales hicieron que la propuesta creciera como un virus impacta a la sociedad.

Es una página más en la historia de este país que, como por magia, puede quitar el velo a los más bajos instintos políticos y del poder público que buscan desacreditar o secuestrar este movimiento.

La causa que abrazaron las Brujas del Mar alcanzó empatía con el gran conversatorio de las redes sociales pues, en el país la violencia de género cobra por lo menos una decena de vidas de mujeres diariamente.

https://www.facebook.com/brujasdelmar/photos/a.122812902444174/210342980357832/?type=3&theater

El costo que tendría un día sin mujeres se calcula entre los 26 mil millones de pesos y los 30 mil millones de pesos pues, hasta para el cálculo, hay consideraciones de mujeres que son invisibles, es decir, aquellas que hacen trabajo doméstico o quienes trabajan y no reciben remuneración de ninguna índole.

No fue ni la derecha ni la izquierda quien unió a miles de mujeres quienes, en su legítimo derecho, levantan su voz en esta protesta de un día sin ellas. De hecho, son esas polarizaciones políticas las que han dividido más al movimiento.

La fuerza que cobró el movimiento fue tomada como un referente partidista para reprochar la falta de políticas públicas del actual gobierno a favor de las mujeres. De paso, han reclamado falta de medicamentos para mujeres, falta de estancias infantiles para mujeres y la cancelación de los proyectos productivos para mujeres.

La respuesta a dichos embates la emitió el presidente de la República quien, acusó, que la manifestación es azuzada por los conservadores del país.

Mientras, las Brujas del Mar y miles de mujeres siguen caminando en la propuesta.

Partidos políticos se sumaron al respaldo a esta manifestación, como si fuera en si misma, un reproche para el gobierno federal.

Congresos, Estados, Congresos se sumaron a la iniciativa. Cámaras empresariales, universidades, medios de comunicación. En Guanajuato, por lo menos, la afectación de un día sin mujeres alcanzaría al 37 por ciento de la actividad económica que, hasta este momento, no está cuantificada de manera económica.

Si los partidos políticos y el poder mismo buscan desacreditar este movimiento -ya sea con presencia o ausencia- quedará de manifiesto que finalmente, ni para la política y el poder público, hay libertades.

La tentación de tener como rehén un movimiento ciudadano o de desacreditar la movilización, debe quedar en segundo término para generar un punto de coincidencia y, finalmente, trabajar por las mujeres… ¿O no?