El que no vive para servir… o, cómo vi el debate

Juancarlos Porras y Manrique
Juancarlos Porras y Manrique, analista, promotor cultural y columnista Platino.

León Guanajuato a 13 de mayo de 2021.- Parada obligada, por no decir institucional, llegó para quedarse el debate de los 11 candidatos a la presidencia municipal de León organizado por el Instituto Estatal Electoral de Guanajuato, IEEG que transmitió TV 4 por señal abierta y por todas sus plataformas. Harto extendido y folclórico a la vez donde, los ciudadanos “no necesitamos que nos digan con peritas y manzanitas” sus propuestas (Carlos Rosanoff dixit) los participantes no llegaron a la marca: ni en tiempo mucho menos en la exposición de su proyecto para la ciudad.

Dividido en tres bloques, el debate arrancó, según el sorteo, con los nervios de costumbre. Vimos a los candidatos primerizos (PES, RSP, PRI, PANAL, FxM, PRD y PT) desubicados y ajenos a la pantalla donde su visión de ciudad es tan pequeña porque no la sienten ni conocen a plenitud y a conciencia. Así que se concentraron en aportar soluciones domésticas a grandes problemas sin el estudio pormenorizado de las políticas públicas menos de lo que se trata la Nueva Gestión Pública, NGP para una administración tan importante y que impone.

El grupo de candidatos con experiencia en la materia (MORENA, PAN, PVEM, y MC) se notó por su dominio ante la cámara, así como su discurso más lógico y mejor construido. Ya ni digamos el vestuario. Esto sin duda por su experiencia en el trabajo político. Unos directamente en la administración (Ricardo, Alejandra y Juan Pablo) y uno solo (Sergio) como eterno candidato a la alcaldía y líder de su partido.

Por otro lado, el “Yo sí puedo” de Ricardo Sheffield Padilla a Norma E. Nolasco por ejemplo fue contundente. Lo mismo mostrar los vales Grandeza-Guanajuato que se reparten en tiempos de campaña. No así aludir a la encíclica Fratelli tutti (2020) del Papa Francisco sobre la fraternidad y la amistad social como guía para mejorar el desarrollo económico en la ciudad. Esto nos recuerda su amplia filiación a la social-democracia manifestada en un símbolo cristiano (un crucifijo) que adornaba una de las paredes del despacho de presidencia municipal, entre el escudo de la ciudad y la foto del presidente Felipe Calderón Hinojosa, cuando fue alcalde en 2009-2012.

Un solo chispazo de solvencia tuvo Rosa Elba Pérez Hernández candidata de RSP cuando mostró a cuadro, a la candidata del PAN, una serie de fotos de los acaecidos en León por el alto nivel de inseguridad que vivimos. Alejandra Gutiérrez Campos sonrió con nerviosismo, pero no se enganchó a la discusión. Bueno, el formato del debate no lo permitía tampoco. Es decir, en todas las menciones hechas a las administraciones de su partido, el PAN, la salvó la campana.

En cuanto a las propuestas de Cultura y Artes fueron señaladas de manera periférica en el conocido modelo gerencial de acción y gestión: “Centros culturales” (PES) y “Bailar y cantar” (RSP) para prevenir las adicciones. “Maestros de arte y cultura” (PRI); “Adaptar el lenguaje” político a la ciudadanía (PANAL); “Cultura y deporte” (PAN); “Becas de Arte, Cultura y Deporte” (FxM); Apoyo a la cultura de los “Sonideros” (PES), en fin. Nada en la especialización del sector cultural tan apaleado en tiempos de pandemia ni algo relacionado con el diseño y operación de programas sustantivos en las áreas correspondientes. Eso sí, es “tema cultural”, dijo Nancy E. Fonseca Caldera la multi estudiada candidata del PT en su posicionamiento frente a frente contra Juan Pablo López Marún el candidato del PRI en el segundo bloque del debate, pero no pasó de ser una muletilla más del discurso que pronto se disipó. Además, la candidata, confundió el término “Municipio” con el de “Administración” haciéndolo sinónimo. Lo primero habla de territorio. Lo segundo de ejecución y operatividad: administración pública, pues. Pero lo repitió en varias ocasiones.

En general 7 de los candidatos no tienen idea de lo que es la Nueva Gestión Pública, NGP como modelo multifacético para generar una renovación total del servicio público que necesita León. Los restantes se acercan un poco, pero les gana la emoción de obtener el poder por el poder. Porque si bien el debate era la oportunidad de presumir su bagaje político y cultural no fue así. El formato es frío y no vinculante. Los conductores (Alejandra Magaña y Carlos Rosanoff) no arraigan con los candidatos en la toma y daca. Se pierde la frescura del diálogo y los espectadores perdemos todo pues once propuestas son demasiadas y las indefiniciones se disparan ya que a todos nos dispersan con sus inconsistencias aunado a la mala dicción. Habrá que encontrar una mejor fórmula para contrastar pareceres y captemos más los espectadores.

Pero, al final todos se sintieron ganadores.

Por cierto, este ejercicio no fue más que la prolongación del que vimos en la Universidad Iberoamericana Plantel-León, UIA donde recibieron la cartilla de las 15 propuestas para León, que seguro nadie leyó pues no hubo alusión concreta, ni vinculante a ello. Entonces los ciudadanos ya nos dimos cuenta de quien de los 11 candidatos a la alcaldía no vive para servir, o sea, no sirve para vivir por los demás. De allí la indefinición de muchos votantes que luego nos llega el abstencionismo por ver un debate tan soso como este.
Esperemos que en la Elección del 6-J gane la cultura del voto bien pensado.