El PRI, el destino lo alcanzó

Adolfo Pons, politólogo y académico leonés.

El PRI-Gto entró, como partido político, al proceso llamado de ecdisis. Es decir, a la “muda de piel” que hacen muchos reptiles para poder adecuarse a las circunstancias y seguir sobreviviendo.

Este partido, se enfrenta al reto más grande que haya enfrentado; no solo en León, sino en el Estado. Conservar su registro en las próximas elecciones del 2021.

El PRI está ante la gran disyuntiva: Trabajar para lograr un pacto político o librar la batalla interna, basado en el acuerdo tomado en el CEN del PRI, de ir a una elección abierta para elegir presidentes de comités municipales y posteriormente el del estatal.

En el primer camino, el pacto político, implicaría lo que esencialmente debe ser éste, evitar el conflicto de intereses y que éstos se zanjen con la violencia; la balcanización de lo poco que queda. Es precisamente esto, la razón de ser de la política.

Se debe entender el juego “egoísta” y “solitariamente en grupo” que desarrollan los actores políticos, por la “insociable sociabilidad” que menciona Kant, ya que el hombre no puede prescindir de los demás ni renunciar por ellos, a la satisfacción de sus propios deseos.

Sin olvidar que la política presupone conflicto, desacuerdo, enfrentamiento. No puede existir la política en el acuerdo. La política es el reino de la relación de fuerzas y de opiniones y de conflicto de intereses. Por lo tanto, la política es el arte de la convivencia, con gente que no hemos elegido y que no tienen necesariamente los mismos deseos, intereses, ni necesariamente serán aliados.

Esta situación, nos lleva a que el gran pacto político del PRI deba trabajarse en dos frentes, uno al interior del partido, conjugando y conjuntando a los diversos grupos y actores políticos, para poder unificar y consolidar una posición, y entonces sí, poder enfrentar la otra cara, el pacto al exterior; buscar, negociar y hacer alianzas electorales para enfrentar el proceso electoral de una manera sólida.

El segundo camino, es enfrentar un proceso interno para poder solventar la necesidad de elegir dirigentes. Lo único que pudiera evitar una precampaña al interior del PRI, sería llegar al acuerdo de nombrar candidatos de manera directa en todos los casos. ¿Será posible? ¿habrá consenso?

De lo contrario, se estarían exponiendo al ridículo; ya qué en la pasada elección de “Alito”, fueron a votar solo 500 priístas en León. ¿Estarán dispuestos a ver ganar presidentes de los comités municipales, con márgenes como si fuese una elección de mesa directiva de alumnos?

El PRI en Guanajuato, requiere de hacer trabajo político urgente, de ver el contexto en el que se encuentra y definir la manera en la que pretende enfrentar el proceso electoral 2021.

Lo que resuelvan hacer, lo que implementen, lo que diseñen como estrategia, siempre deberán tener en mente, el año próximo; y no pueden olvidar que, no habrá 24 sin 21.

Por último, la cereza del pastel, quién debiera ser el presidente del comité municipal. La política es circunstancia y condición. Hoy, al carecer de un proyecto nacional y estatal, la acción política recaerá sobre el municipal; por lo tanto, la persona se torna en indispensable.

Debe verse quién conviene, quién tiene mayor capacidad de ser escuchado y visto, quién puede diseñar un proyecto local, quién aglutina ideales y personas, quién busca trascender y no un puesto.

¿Veremos la pérdida del registro estatal del PRI en el 2021? Dependerá de lo que suceda.