El ejercicio de la sexualidad (Tercera Parte)

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Poder decidir el cuándo, el dónde, el con quién, el que sí, el qué no, desde qué edad, hasta qué edad, en el ejercicio de la sexualidad, es una tarea pendiente de nuestra “avanzada sociedad”

Ejercer la sexualidad es un acto de libertad que no puede ni debe ser acotado por nada ni por nadie. Es una decisión personal, que en ocasiones involucra a alguien y son solo y solo los involucrados los que deciden o quienes ejercen en soledad su sexualidad.

Aun en nuestros días hay quienes se espantan y ven como tabú el hablar de esto, pues las limitantes en la sexualidad se han utilizado para mantener dominadas a las sociedades.

Nadie, pero nadie, debe de dictar prohibiciones, que a lo largo de la historia han dejado a miles en profundos estados de represión e insatisfacción, cumpliendo las “leyes” de quienes no las cumplen.

Todos los seres humanos desde siempre y desde la vida intrauterina tienen manifestaciones sexuales, las cuales van tomando forma y se van desarrollando a lo largo de la vida.

El ejercicio de la sexualidad, trae grandes satisfacciones, las cuales deben de ser ejercidas sin mayor problema y si tener que entregarle cuentas a nadie. Repito, es una decisión personal y de los directamente participantes.

Hay muchos (y muchas) que siguen limitando este ejercicio de la sexualidad, seguramente, son sujetos profundamente reprimidos e insatisfechos, que quieren ver en otros lo que ellos desean, pero sus limitaciones les impiden gozar.

Seamos una sociedad más respetuosa. Bien por la libertad sexual.