El COVID-19 evidencio una crisis comunicacional

Benjamín Segundo Ramírez
Benjamín Segundo Ramírez, columnista Platino

La llegada de la pandemia del COVID-19 a todos nos tomó por sorpresa, apareció en un lugar alejado y el mundo nunca creyó que se expandiría tan rápido como lo hace un mensaje en redes sociales.

Hemos perdido la capacidad de análisis y de sorpresa, perdimos la brújula de la actualidad y dejamos de ver que vivimos en un mundo globalizado que ha generado un aumento de movilidad y de migraciones.

El primer punto que reflejó la proliferación del coronavirus fue la nula acción de prevención, es decir, a pesar de que tenemos muchos medios y canales para obtener información fuimos incapaces de analizar y procesar la información para ver los escenarios de riesgo que podía generar dicha situación.

El segundo punto que evidenció esta situación fue que no escuchamos activamente y preferimos suponer y generar teorías conspirativas que atender información de fuentes oficiales, reales y confiables, es decir, muchas veces ponemos más atención a chismes y a información que no se corrobora que a la propia realidad que se vive.

El tercer punto fue que hemos descubierto que la tecnología no es mala y que nos ayuda a comunicarnos mejor; que nos ayuda a ser eficientes y eficaces, nos ayuda a ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo. Así mismo descubrimos que tenemos que ser más responsables con el manejo y uso de las redes sociales.

Y por último el claro ejemplo de que no sabemos comunicar, que hemos perdido el don para comunicar entre nosotros y que esta herramienta sea positiva y no negativa, es decir, que nos ayude a resolver problemas y lograr nuestros objetivos.

Quedo evidenciado que como sociedad estamos infoxicados y llenos de fakenews, que nos hacen opinar, aportar situaciones y tomar decisiones completamente equivocadas; que no tenemos empatía con los demás y que creemos que nuestra palabra u opinión es la verdad absoluta. Por ello te recomiendo aplique la comunicación asertiva.

Las empresas y marcas quedaron evidenciadas en su falta de escucha, sensibilidad e incapacidad de poder enviar mensajes adecuados y en los momentos indicados, sobre todo a sus públicos internos y a sus mayores representantes que son sus empleados.

Los políticos y gobiernos quedaron al descubierto en su falta de visión y de análisis de riesgos y que lo único que les importa es su popularidad y el mantenerse en el poder sin una perspectiva más allá de la próxima elección. Fueron incapaces de construir consenso para prever riesgos y aminorar los efectos de una crisis de una manera conjunta y teniendo como prioridad a la población.

Así pues quedamos evidenciados que estamos en una crisis comunicacional y eso generará grandes consecuencias, de las cuales muchas ya las estamos viviendo.

Benjamín Segundo Ramírez
Comunicador por formación. Consultor en Comunicación Estratégica. CEO de ESKAUT Consultores. Máster en comunicación y marketing político por el CESCOMPOL, asesor en imagen política por el Colegio de Imagen Pública, relacionista público por el Centro Unesco y varias instituciones más.