El “20 de enero” en clave de cómic

Juancarlos Porras y Manrique
Juancarlos Porras y Manrique, analista, promotor cultural y columnista Platino.

Estoy convencido que la venganza que le atizó el Camaleón al Hombre Araña sobrevino cuando Juan Donaldo Trump asumió el poder como presidente de los Estados Unidos de América el 20 de enero de 2017. Es decir, dentro del portafolios de seguridad que recibió el mandatario existía un documento clasificado donde se podía leer al calce: CAMALEÓN. Dimitri. Malhechor harto conocido. Rusia. Sater. Deripaska. Malofeev. Cargo mayor: “Suplantación del presidente Obama”. 20 de enero de 2009, así como la ubicación, según la ortodoxia republicana, del remoto lugar donde se encontraba preso.

Ya en la oficina oval el presidente Trump volvió a leer aquel pliego. Luego dio instrucciones precisas a quien correspondía, aconsejado desde fuera por Paul Manafort, para que le consiguiera un encuentro con aquel “patriota que ha sido tratado de manera diferente”, mencionó.

De la entrevista no se tienen más datos. Sólo que hubo un acuerdo de buena voluntad y ayuda mutua donde, las agencias federales o hasta el mismísimo Pentágono, no intervendrían por respeto a la investidura presidencial por aquello del Dossier de la trama rusa. Al poco tiempo por un decreto firmado por el presidente le otorgó el perdón. Allí se podía leer “AMNISTÍA”. El documento fue consignado al oscurantismo de los archivos secretos.

El Camaleón entonces salió de manera discreta al mundo, escoltado por agentes del Servicio Secreto quienes lo acompañaron al lugar en Miami donde pidió vivir. Allí hizo lo que tenía previsto: jugar golf como Don, cuantas veces le fuera indicado, a la vista de todos. Lo mismo pasear con Melania “su” mujer en cuanto evento oficial fuera convocado, aunque no le tomara de la mano. También reunirse con algún líder político en el mundo o bien recibir a otro visitante de ocasión en el despacho oval.

El primer año no fue complicado.  Sintió el glamur de los ricos junto con el poder social.

El segundo año le cautivaron firmar decretos ante las cámaras. El que más le gustó fue el del Muro a instalar en la frontera con México: país ajeno a su vida donde sabía del aprecio a su rival arácnido. De allí que tomó la decisión de asumir el control total del país para detener a tanto criminal llegado a la Unión Americana, pues sólo podía haber uno real. Y este era él.

Los siguientes momentos rebasó con creces al mandatario en turno quien gustoso llevaba una vida disipada con su familia, amigos y socios inmobiliarios, pues sabía que su “émulo” hacía muy buen trabajo como “presidente en funciones”.

Al llegar las elecciones para refrendar el poder tuvo un desaguisado con el citado émulo.  El presidente le pidió no suplantarlo más pues, según él, todo estaba hecho con la derecha identitaria que le daría el triunfo. “Estás despedido”, le dijo. A lo que respondió el Camaleón —con una gracejada tipo presidente, que bien remedó Alec Baldwin cada sábado en la televisión— ¡no! Y el antihéroe realizó una imitación del propio Trump tan perfecta que aquel quedó complacido por verse pleno a sí mismo, como en un espejo.

El presidente le reviró pidiendo a su Estado Mayor que detuvieran al impostor. Pero el hábil Camaleón logró escapar dejando estragos en la Casa Blanca. Afuera siguió con su plan maestro. Dejó al verdadero Trump caer en su propia guerra híbrida: creer en la reelección como presidente de los Estados Unidos de América sin el apoyo ruso.

Así Juan Donaldo Trump y su émulo causaron un caos en el país que llevó a la toma del Capitolio en Washington por parte de sus partidarios WASP. Asunto que conmocionó a más de alguno en la comunidad y sorprendió al mundo. Sobre todo, a Barack Obama quien alarmado llamó al Hombre Araña pues recordó como aquel 20 de enero de 2009, en su toma de protesta como presidente electo, con su sentido arácnido logró desenmascarar el complot del Camaleón para sustituirlo de por vida.

En aquel acontecimiento estuvo muy atento el vicepresidente Joe Biden quien fue confundido por el Hombre Araña con «El Buitre» en su afán de justicia. Esto no llegó a mayores líos pues la reacción de la persona fue evidente con aquel gesto adusto que tanto le caracteriza. Entonces le ofreció disculpas. Asunto que se saldó con una leve sonrisa.

Obama ofreció pormenores del caso. El Hombre Araña no dudó en ayudar pues con ello pagaría la cuenta de la confusión con Biden años atrás. Así que se puso a trabajar para localizar lo más rápido posible al auténtico Camaleón. Asunto que logró bien ya que la clave necesaria la dio el propio Trump con sus equívocas palabras en tuiter junto con sus malogradas declaraciones en imagen.

El derrotado presidente no tuvo más empacho que reconocer, a medias tintas, el triunfo de su rival pues se enteró de la detención del Camaleón por parte del Hombre Araña ya que Biden prometió, según el Servicio Secreto, el encierro total del criminal traidor.

Trascendió después que Juan Donaldo Trump no se presentaría a la toma de protesta del presidente electo pues el temor de encontrarse con el Hombre Araña es real junto con su posible juicio político. Así que dejará a sus subalternos cercanos completar la transición del poder, el 20 de enero del 2021, pues ya no tiene aliados como por ningún lado.

Obama sí estará en la ceremonia. Francisco Ricardo Sheffield Padilla quien estuvo como invitado de Obama aquel 20 de enero de 2009 siendo alcalde de León, no. Pero Peter Parker quien cubrirá la noticia, sí. Tal vez pronuncie aquello de: “Ahora sé que Washington está de nuevo en buenas manos”.