Educación y trabajo a distancia

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

León Guanajuato a 5 de enero de 2020.- Mucho he reflexionado y mucho he leído a lo largo de esta pandemia, de muchos temas y en particular respecto al tema de la educación y del trabajo a distancia.

Habré de iniciar por el final, pues estamos con un buen tramo de que el sistema educativo optó, por obligación, por las clases a distancia, dejando en claro que los alumnos -llamados nativos digitales- son nativos a secas y que los docentes, en muchos de los casos, han hecho un esfuerzo titánico para conservar su trabajo, para dar clases, para ganarse la atención de sus alumnos, que antes de la pandemia ya se mostraban poco interesado y hoy toman de pretexto lo poco atractivo o mal preparadas las clases vía internet.

Haciendo un recuento, hace más de 30 años, ya había instituciones que vendían, y muy caro, las clases a distancia, con un profesor en un aula y decenas de alumnos viéndolo e interactuando con él en diversas aulas a lo largo de todo el país. Era toda una innovación y se decía que ese era el futuro de las clases.

Pero hace más años, se compraban cursos, cuyo pago se hacía en el telégrafo o en los bancos y vía correo, nos llegaban a la casa todo el material, en una sola presentación o lo dosificaban por entregas subsecuentes. En ocasiones se enviaba un examen y a vuelta de correo se nos mandaba un certificado o diploma. Esto se vendía como una gran oportunidad para tener conocimientos en diversas áreas.

Ya con el internet, muchas instituciones públicas y privadas, comenzaron a vender diferentes licenciaturas, maestrías, doctorados, diplomados en diversas materias y mucha gente ha obtenido su título profesional mediante este sistema. Este, se decía, era el futuro de la enseñanza: la educación a distancia.

Muchos jóvenes, optaron por no contratarse en una empresa con un horario determinado, sino que eligieron el trabajo desde casa con horarios flexibles: este era el futuro de los trabajos. Eso se decía.

Pero cuando el “futuro nos alcanzó”, se ha cuestionado severamente, tanto a la eficiencia de la educación, como a la alternativa del trabajo a distancia. ¿Qué nos pasa? De ser las mejores alternativas se ha pasado a cuestionar todo, tal cual es el signo de nuestros tiempos, señalar todo denostándolo, y digámoslo, abundan las opiniones de profanos en los temas. Ahora se demerita lo que ayer se ponderaba.

Esto es lo que tenemos y hay que sacar lo mejor que se pueda de esta realidad y una de las cosas que hay que obtener y alimentar es la capacidad para adaptarnos a todo este sistema. Es una nueva realidad en la cual hay que sobrevivir y mediante la cual hay que avanzar, no sé si más rápido o más despacio, no sé si será mejor o peor, pero lo que, si sé, es que hay que adaptarnos a esta nueva realidad.