Cuando nacemos dependemos del acompañamiento de un conjunto de condiciones que aseguren, den sentido a nuestra existencia y que activen nuestra vida psíquica, en este sentido los padres tienen como función garantizar un entorno donde podamos encontrarnos a nosotros mismos, desarrollarnos como personas y descubramos el mundo.
Es por eso que el vínculo con nuestros padres es fundamental, por su parte el padre desempeña un papel esencial en nuestra vida, es la figura valorizante que nos brinda apoyo, seguridad y junto con mamá nos enseñan el vínculo de pareja, qué en un futuro nosotros elegiremos de acuerdo a lo que vimos en ellos.
Pero, ¿qué sucede cuando papá no está?, todos hemos escuchando la frase: “le hizo falta papá” y en psicología “como fue la relación con tu papá”.
Lamentablemente en ocasiones papá no está porque falleció, porque enfermo, porque le toco trabajar lejos de su familia y en otras ocasiones tristemente el decidió no estar. ¿Qué hacemos en esta situación?, como resuelves algo que no depende del todo de nosotros?
Esta es la parte crucial de sanar nuestras heridas, cuando papá lamentablemente no está, es importante que la imagen de un hombre sano que sea agradable este en las personas que estamos alrededor de los integrantes de esa familia. Porque así trasmitiremos todo lo que la figura paterna proporciona en nuestro desarrollo, provocando que la herida sea mucho menos catastrófica de lo que puede ser.
Y para el papá que está presente, es importante que también él tenga una imagen de sí mismo satisfactoria, que comunique ese amor para las personas que los rodea, pero sobre todo si cerca de él hay alguien que no cuente con papá, sea esa figura rescatadora que brinde ese amor parental que otros necesitan.
Para ti papá, que asumes este gran compromiso, quiero que sepas que sigues teniendo internamente muchas herramientas que puedes ir desarrollando para que te sientas satisfecho con tu papel y que estoy para ayudarte en el camino del mismo.