Defensa de la Villa de León por un cronista leonés

Juancarlos Porras y Manrique

Un cronista de altos vuelos en el Estado de Guanajuato, ya fallecido y que la tierra le sea leve, pero Dios lo tenga donde no se regrese, promovió sacar a León de la conmemoración del Bicentenario (2010), y por ende no dotarlo del presupuesto para los festejos, por no tener los méritos suficientes en los días de la lucha por la Independencia, según dijo.

La defensa de la Villa, y por ende de la ciudad, la hizo con extraordinaria sapiencia el licenciado Carlos Arturo Navarro Valtierra en su calidad de cronista vitalicio y director del Archivo Histórico Municipal de León, AHML.

Su argumento se concentró en abordar con claridad el repositorio que contiene nuestro AHML a través de la Sección Independencia. Fondo Colonial Subdelegación ―recuérdese que era dependiente de la Intendencia de Guanajuato― donde se da cuenta que “León fue escenario primordial en las acciones y estrategias de la lucha entre insurgente y realistas”.

Además, en dichos documentos se “muestran con detalle sucesos y aspectos sobresalientes del movimiento revolucionario acontecido en diferentes localidades del País, cuya información fue conocida por los leoneses debido a los constantes comunicados recibidos por sus autoridades, los cuales, en su mayoría, eran enviados a la Villa por instrucciones de los altos jefes del gobierno español y la insurgencia”, agregó.

Pero la discusión no se hizo esperar y entre los dimes y diretes, el dotado cronista mayor, tuvo que aceptar su irreverencia al reconocer que muchos y muy interesantes hechos ocurrieron en, “la dicha Villa”, espetó de manera seca con puro en mano al cual luego caló.

Entonces, para mejor comprensión de aquella anécdota, recordemos que los documentos aludidos por el cronista vitalicio comienzan el 18 de septiembre de 1810 con una serie de cartas del Intendente Riaño al subdelegado leonés; en las primeras instruye para acuartelar, armar y montar las tropas del Regimiento de Dragones del Príncipe, con estancia en la Villa.

Después solicita ayuda a los vecinos pudientes de León y luego dicta medidas preventivas y estratégicas para proteger a los peninsulares avecindados en la Villa, en Pénjamo y San Pedro Piedragorda.

La correspondencia sube de tono ante la inminente llegada de las fuerzas de Hidalgo al Real de Minas; Riaño manifiesta su deseo de hacer de León una verdadera plaza de armas, concentrando en ella a los europeos de su jurisdicción y a las Compañías de Piedragorda y del Rincón para que se sumaran al escuadrón leonés. En su última carta del 26 de septiembre, expresa su desesperación ante el esperado arribo de Hidalgo a Guanajuato.

Pues buen, los leoneses simpatizaron con la causa de la Independencia iniciada por Hidalgo. Desde el 27 de septiembre de 1810 Manuel de Austri, comandante del Escuadrón de la Villa, levantó su tropa a favor de la insurgencia. Ese mismo día don José Ramón de Hoyos ocupó el cargo de subdelegado Justicia Mayor, en sustitución del realista José Mazorra de Vegas.

En fin. Así parte la historia de la documentación que tuvo a bien comentar nuestro querido y admirado cronista vitalicio q.e.p.d.

Finalmente, en menester revisar la documentación del AHML donde se conserva para bien de todos y donde podemos revisar la historia para poder mencionar bien las acciones de Félix María Calleja del Rey, Agustín de Iturbide ―héroe favorito de los panistas que no saben de su inquina contra la insurgencia―; junto con el terrible realista leonés Manuel José Gutiérrez de la Concha ahora exaltado por su legado virreinal de la Plaza de Gallos ahora centro cultural y epicentro de la 31 Feria Nacional del Libro de León 2020.

Queda para otra ocasión abordar la intervención del émulo de Agustín de Hipona, Iturbide, en la Villa de León cuando se hizo al lado de la insurgencia.