A todos nos afecta la corrupción, todos cooperamos para gasto público. No existe la división de los que si pagan impuestos y lo que no, todos pagamos ya sea cuando cobramos o cuando compramos, en cada movimiento de dinero que hacemos aportamos a la bolsa del Estado, y si entre todos lo juntamos entonces a todos nos interesa que se destine a sus verdaderos objetivos, que se use de manera clara y pertinente para cubrir las necesidades de una buena administración.
La corrupción es un sistema, tiene mecanismos bien establecidos y coordinados, arraigados en costumbres institucionales y ciudadanas, se ha normalizado a tal grado que en muchas ocasiones logra pasar desapercibida o como algo inevitable.
Para combatir la corrupción es necesario plantearle enfrente también un sistema y en ese sentido se construye desde la propia Constitución Mexicana un Sistema Nacional Anticorrupción y en cada Estado los correspondientes Sistemas Estatales Anticorrupción. Las dos propuestas torales del sistema consisten en generar una coordinación efectiva entre las autoridades naturalmente relacionadas con atención a la corrupción e involucrar a la ciudadanía de una manera directa en este mecanismo de coordinación, que genere inteligencia anticorrupción y estrategias específicas de acción que se apliquen para reducir la corrupción y lograr una mejor administración pública.
El Sistema Estatal Anticorrupción revisa los procesos del gobierno, detecta las zonas grises, las áreas de oportunidad donde se pueden generar actos corruptos, las carencias tanto legales como operativas y señala las formas en que pueden todos estos puntos mejorarse. Como ciudadano me es muy útil que se haga una revisión permanente y detallada de las fallas en los procesos y en la normativa para evitar que ahí se aloje la corrupción.
El Sistema Estatal Anticorrupción organiza los datos, promueve la transparencia en los actos de gobierno de manera clara, sistematizada generando inteligencia colectiva para permitir que la revisión de los actos de gobierno pueda ser realizada por cualquier ciudadano, obligando a que las decisiones del gobierno tengan que justificarse en datos claros. Como ciudadano nos sirve tener conocimiento e información.
Los compromisos del Sistema Estatal Anticorrupción son mejorar la prevención, detección, investigación y sanción de los hechos de corrupción. Fortalecer a las instituciones que se dedican a su atención, evidenciar las fallas existentes, recomendar acciones específicas, crear e implementar la Política Estatal Anticorrupción, involucrar a la Ciudadanía creando una conciencia colectiva de dimensión general que nos invite a la reflexión del papel que jugamos como ciudadanos en la función de reducir la corrupción.
El Sistema Estatal Anticorrupción reconoce en los ciudadanos el elemento clave para ganar esta guerra, considerando que sólo entre todos podemos lograr el éxito, la pregunta realmente es ¿Cómo puedo yo, como ciudadano, colaborar con el Sistema Estatal Anticorrupción? Porque para vencer te necesitamos a ti, nos necesitamos a todos.
