Coronavirus y políticas públicas en Guanajuato

Jorge Marcelino Trejo Ortiz
Maestro Jorge Marcelino Trejo Ortiz, presidente del Colegio de Abogados del Estado de Guanajuato

Dicen que la luz es el mejor desinfectante y que el miedo es la mayor enfermedad del mundo. Esto aplica para el tema que es ‘viral’ en todo el mundo (Coronavirus o Covid-19 1.1 billón de menciones y contando exponencialmente), en México, en Guanajuato y en León.

Transparencia es igual a honestidad y es lo que debemos practicar todos. Especialmente quienes detentan algún poder, dígase un padre de familia, un maestro, un patrón, un dirigente y sobre todo un gobernante, porque la responsabilidad depende del ámbito de influencia de las acciones y de las palabras en cada caso.

El miedo es natural y hay que aceptarlo, enfrentarlo y superarlo, porque el miedo puede ser más letal que cualquier enfermedad. Por eso, no se debe difundir ni por omisión ni por acción perversa.

¿Qué pasa en nuestro estado sobre este asunto del Covid-19? Sufrimos las acciones drásticas del poder: de ser Guanajuato un paraíso en el que se podían realizar eventos masivos, pasamos a la cancelación y a las medidas preventivas urgentes. La realidad nos alcanzó y por fortuna no nos ha rebasado. Hay un miedo palpable en la autoridad.

Los partidos de futbol de la Liga MX se realizaban con la cotidianeidad y de pronto se efectuaron a puerta cerrada, luego se suspendieron hasta nuevo aviso (claro, esto depende de la Femexfut).

Los eventos masivos estaban en la agenda estatal y el show debía de continuar. Un Rally Mundial de automovilismo que se realizaba pero se vio suspendido por propia decisión preventiva del comité organizador y no por determinación de un gobierno.

El veinte cayó de improvisto en la mente de las autoridades que seguro (es hipótesis) pensaron: ¿qué estamos haciendo Dios mío? Suspendamos todo, cancelemos todo, promovamos e impongamos medidas preventivas para que el problema de salud no nos rebase y nos culpen por lo que ocurra y que no suframos el costo político.

Se “adelantaron” las vacaciones (no son vacaciones), se ordenaron medidas preventivas (son reactivas) por el Coronavirus porque ya teníamos casos importados. Digo que son reactivas porque estas nunca debieron de dejarse de aplicar, los tipos de influenza estaban multiplicándose y causaban más estragos que Covid-19.

Hay unas gráficas actualizadas que nos hablan de una realidad que no se vio o no se quiso ver y es la que se expone en la siguiente liga: Covid-19 #Coronavirus infographic data pack que nos muestra la realidad de muertes por día en el mundo, por distintas enfermedades, como ejemplos:

Por tuberculosis mueren tres mil 14 personas diariamente, hepatitis B dos mil 430, VIH dos mil 110, diarreas severas en niños (sin incluir cólera) mil 644, rotavirus mil 233, influenza estacional mil 27, tifoidea 397, cólera 392, rabia 162, fiebre amarilla 82 y Coronavirus 56 que, por supuesto, está por encima de otras más.

Hay enfermedades infecciosas que han regresado porque la gente no se vacuna ya que hacen caso a tendencias antivacunas de las redes sociales. ¿Entonces, no debemos temer al Covid-19? Claro que sí, porque una cosa es la incidencia de mortalidad y otra cosa es el índice de contagio.

El Covid-19 es altamente contagioso. La mortalidad ocurre directamente proporcional a la morbilidad en cada caso. Ejemplos claros en Covid-19 son China, Italia y España. En México estamos a tiempo de pasar a una siguiente fase de contagios en menor grado y de evitar una epidemia mayor.

Para salir delante de esta crisis sanitaria debemos de participar todos los ciudadanos con información y acción responsables. Mas esperamos de nuestros gobiernos actos transparentes y que no se condicionen por el interés económico y político, por el bien de todos.