¿Cómo el Gobierno podría medir el bienestar y la felicidad?

Emmanuel Bañuelos
Emmanuel Bañuelos pluma Platino News

León Guanajuato a 26 de Mayo.-En días pasados el Presidente López Obrador anunció que estaba trabajando en un índice para medir el bienestar de la población, y aunque en su momento causó polémica, lo más curioso del tema es que ese sistema de medición ya existe desde hace 30 años, y está avalado internacionalmente.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el objetivo de evaluar el bienestar de la población, básicamente considera tres factores rectores de los que a su vez se desprenden otros puntos más específicos:

1. Salud y esperanza de vida; este punto abarca consideraciones que van desde la calidad de los servicios de salud, ocio, hasta calidad alimenticia.

2. Educación; donde se mide calidad de la educación básica, nivel cultural, hasta desarrollo de habilidades productivas.

3. Acceso a oportunidades de desarrollo económico; se calculan aspectos que pueden impactar la posibilidad del individuo a tener un ingreso digno. (Ojo que no es lo mismo crear oportunidades de desarrollo económico a regalar dinero)

En este último punto el elemento principal es el PIB per capita, y explican su relevancia basados en la premisa de que el gobierno es el encargado de garantizar los tres factores rectores, por lo que requiere recaudar ingresos a base de impuestos; para tener una recaudación sana requiere crear condiciones para una economía dinámica, si la economía se estanca, la recaudación se detiene, lo que limitará la capacidad del gobierno para garantizar una calidad de vida alta.

En México la institución encargada de hacer este tipo de evaluaciones, con marco legal válido, era el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, o para abreviar CONEVAL, pero en 2019 fue prácticamente desmantelada por el recorte presupuestal del Gobierno Federal.

Aunque ahora con el anuncio del Presidente, probablemente decidan reactivar el consejo y modificar su nombre por Instituto para Medir la Felicidad y Bienestar del Pueblo.

El último reporte completo en México sobre este tema fue en 2015 por parte de SEDESOL, el cual puede ser consultado en el siguiente enlace:

http://www.sedesol.gob.mx/work/models/SEDESOL/Resource/139/1/images/IDH_EF_presentacion_04032015_VF%20Rodolfo.pdf

Los cinco países mejor evaluados en el IDH son Noruega, Suiza, Australia, Irlanda y Alemania; y algunos de estos países, al igual que otros como Nueva Zelanda e incluso China, han señalado que este año dejarán de lado el PIB para centrarse en garantizar el bienestar de la población.

La pregunta entonces sería ¿Está México en condiciones para hacer lo mismo?

Es claro que el crecimiento del PIB, no es garantía de calidad de vida, es el caso precisamente de China, que tiene uno de los peores índices de calidad de vida por la represión que viven a manos de su propio Gobierno, a pesar que su PIB ha llegado a índices de hasta 6%.

Sin embargo existen dudas fundamentadas si en México, en este preciso momento, sea la decisión más acertada dejar de lado el crecimiento económico, ya que comparado con los otros países que tienen la misma intención existen al menos tres diferencias sustanciales:

1. Países como Noruega, Suiza, Nueva Zelanda e incluyendo a China, han tenido un crecimiento sostenido promedio por arriba del 4% en los últimos 10 años, lo que les ha permitido acumular un fondo suficiente para soportar esta crisis económica, están consientes que este año difícilmente llegarán a la meta de crecimiento económico esperado, sin embargo SI tendrán crecimiento acumulado, por lo que la prioridad se puede trasladar a desarrollo humano, calidad de vida o bienestar.

En México en cambio, en los últimos 10 años ha habido una desaceleración económica, desde 2019 existe un estancamiento económico (crecimiento del 0%), en el primer trimestre de 2020 se declaró oficialmente recesión económica, y para el segundo trimestre, ya con pandemia, el pronostico más optimista de Hacienda es que la economía caerá 6%.

2. En todos los casos de países que están apostando a mantener en cierto nivel la calidad de vida de sus habitantes están desarrollando programas importantes para apoyar a las empresas.

Incluso China, en un movimiento que podría considerarse neoliberal, el Ministerio de Comercio de China lanzó programas de apoyo para empresas con inversión extranjera en su país, para minimizar el impacto económico y mantener empleos. Además que relajarán aún más las restricciones contra el capital extranjero en China.

En cambio en México, como bien sabemos, hay un antagonismo declarado entre Gobierno y empresarios en general, no nada más extranjeros, lo que provoca que la inversión se desincentive, y a su vez caen los salarios y los empleos, lo que eventualmente se traducirá en menor recaudación fiscal.

3. Infraestructura, en países como Nueva Zelanda, Suiza, Alemania, Canada, etc. Incluso China, existe una infraestructura sólida ya establecida para garantizar los tres factores básicos que componen la medición de bienestar:

– Sistemas de salud universal de calidad

– Educación pública universal de calidad

– Creación de oportunidades reales para el desarrollo económico.

Basta con revisar el porcentaje del PIB que le destinan esos países a cada uno de los rubros y compararlo con México.

Por poner un ejemplo, nada más en 2019 hubo una reducción de 11% al presupuesto de educación en México.

En el caso de salud, también en 2019, el ex Director General del IMSS, Germán Martínez, acusaba en su carta de renuncia que los recortes presupuestales al sistema de salud habían generado despidos de personal, e incluso se había generado desabasto en suministros básicos, cuando no existía ni siquiera sospecha del coronavirus.

Y en el tema de desarrollo económico, nuevamente en 2019, el ex Secretario de Hacienda y amigo íntimo de AMLO por más de 20 años, Carlos Urzúa, en su carta de renuncia expresaba su preocupación sobre un colapso económico si no se corregía la estrategia en la administración de las finanzas públicas, cuando aún se esperaba un crecimiento, que nunca llegó, de 2% del PIB. Ahora sabemos que algo de razón tenía Urzúa.

En mi muy humilde opinión, considero que para poder desentenderte del crecimiento económico y enfocarte aspectos de bienestar y calidad de vida, primero debes crear las condiciones básicas estructurales para soportarlo.

Para mi es como decir “me voy a tomar este año sabático para relajarme y encontrarme con mi felicidad y mi bienestar” cuando no tienes ahorros, no tienes trabajo, debes los servicios básicos de tu casa y tienes esposa e hijos que mantener.

Y ustedes ¿Qué opinan?