Antropofagia política

Fito Pons
Adolfo Pons, politólogo y académico leonés.

En un sistema político democrático como el nuestro, es indispensable tener una oposición cohesionada y sobretodo actuante. La razón es simple; será el único contrapeso que tenga el gobierno en turno.

Los partidos políticos de oposición, serán los actores que de manera coordinada entre ellos y en lo individual, actuarán de forma institucional para ser la crítica, control de acciones y alcances; pero principalmente, el posicionarse como “alternativa” viable contra el actuar del partido en el gobierno.

En Guanajuato, no tenemos este caso. El PAN avasalló en las elecciones pasadas, como lo ha venido haciendo desde hace casi 30 años. El Congreso del Estado quedó conformado por 19 diputados del PAN, 5 de MORENA, 4 del PRI, 3 PRD, 2 del VERDE principalmente. Aquí yacé la importancia de ser oposición para el PRI.

MORENA como partido gobernante a nivel federal está polarizado en su discurso y visión de gobierno con el PAN, por lo que el PRI debiera ser quién sea considerado como la opción de centro en esa polarización y pasar a ser la “alternativa” para quienes no saben aún por qué partido votar, que al día de hoy ronda entre el 35 y 39 % de los electores.

Además, sería el único camino que tendría el PRI para poder evitar la pérdida de su registro como partido a nivel estatal, que estaría siendo prácticamente con la elección del 2024. Quedando totalmente desdibujado e incluso superado en las preferencias electorales por el VERDE en el 21.

Hasta hace 1 mes, el PRI aspiraba a tener 2 diputados locales por la vía plurinominal, el resto estarían siendo peleados por PAN, MORENA y VERDE principalmente. Es precisamente éste escenario más la codicia de un nefasto dueto que vuelve a las andadas, buscando su beneficio personal; acaba con las aspiraciones de la dirigencia encabezada por el grupo de Yulma Rocha y Alejandro Arias con Ruth Tiscareño delegada del Comité Nacional en funciones de Presidente.

Éste grupo de Yulma / Alejandro, derivado del fracaso de la candidatura de Gerardo Sánchez, toma lo poco que queda del PRI y comienza con el trabajo político para darle forma, ver quienes quedan y reagrupar líneas. Para ello, comienzan con lo lógico, pasar lista a los consejos políticos municipales y suplir a los perdidos y renovarlos estatutariamente.

Pero, aparecen en escena Rafael García del Horno, ex dirigente de la CNC, desconocido por la dirigencia nacional y peón político de Gerardo Sánchez; en alianza de Jacobo Manrique, ex CNC y Presidente Municipal de Pénjamo, aliado político de Bárbara Botello.

Nuevamente la dupla Gerardo / Bárbara van tras el botín, el Comité Estatal del PRI. Para lograr los objetivos: ella, ser candidata plurinominal al no haber sido aceptada en MORENA como buscó; Él, tener el botín para canjearlo por prebendas, como ya lo hizo antes.

Rafael García, toma el partido con el pretexto de impugnar las listas de los Consejos Políticos Municipales. Lo anterior provoca que Alejandro Arias pida apoyo al Estado para que sean desalojados. El grupo comandado por Gerardo y Bárbara, hacen una astuta maniobra y con 200 consejeros políticos, convocan y realizan una elección interna donde es elegido Armando Uribe Valle (Gerardo Sánchez) como Presidente y Jacobo Manrique como Secretario de Finanzas.

Esto maniata al gobierno del estado, para poder autorizar la fuerza pública ya que no sabe cuál de ambas dirigencias es la “espuria”. Así mismo le quita la decisión de elección a la dirigencia nacional porque se presentan las demandas ante el tribunal, tanto penal como electoral. Lo que provoca que la elección de la dirigencia será por el tribunal electoral y no por la dirigencia nacional.

Pero aquí aparece el factor tiempo, en un mes comienza oficialmente el próximo periodo electoral del 4 de Julio del 2021. Por ley, no puede haber movimientos en las dirigencias de los partidos durante éste tiempo. ¿Entonces, qué dirigencia elegiría a los candidatos? Puede darse el caso que el PRI-Gto se quede sin candidatos y por lo tanto sin votos; lo que orillaría a perder su registro en automático.

Quién en su sano juicio, se quisiera asumir como el “conciliador”, el tercero en discordia. Nadie, al no tener nada que ganar y el Partido por perder.

Lo que parecía sería la muerte por la vía natural del ex partidazo, se convertirá en una muerte por antropofagia política al aparecerse los carroñeros.