Transparencia internacional acaba de publicar su “Índice de percepción de la corrupción”, el cual es una medición que realiza en 180 países o territorios, en donde cien puntos equivalen a estar libre de corrupción y cero puntos es lo más corrupto. En esta escala México obtuvo 31 puntos, es como si en la escuela te hubieras sacado un 3.1 en un examen. Este puntaje lo coloca en el lugar 124 de los 180, nuestros compañeros de tabla son Gabón y Níger, señalando que Egipto está mejor que México, que Brasil y Argentina mucho mejor que México, Cuba, China, Grecia todos ellos nos superan y por mucho. España tiene 30 puntos más que nosotros. Somos el peor evaluado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
En resumen, estamos terriblemente mal en corrupción, y creo que para nadie es una sorpresa, ya estábamos en un estado de corrupción rampante desde el sexenio pasado, casos emblemáticos como la casa blanca de la Gaviota, la estafa maestra, Oderbercht, el cancelado tren México Querétaro, la niña Paulette desaparecida y encontrada muerta en los pies de su cama, y claro el caso más promocionado, los 43 de Ayotzinapa y si nos seguimos más, encontramos: la estela de luz, que es, además del monumento mas feo (conocido como la suavicrema) también el de precios más inflados de la historia. Viendo las cosas de ese modo, no es de sorprender que el candidato que tomó la lucha contra la corrupción como su bandera principal de campaña ganara la elección, porque algo es cierto y es que los Mexicanos estábamos cansados de tanta corrupción.
Más la cosas no fueron como las soñaron sus votantes, el cambio de gobierno no trajo como se prometía una mejoría en el combate a la corrupción, repetir mil veces que la corrupción ha terminado no lo hará verdad, y contra la realidad no hay quien pueda, ahí están las mediciones como esta, de transparencia internacional, que no son realizadas por adversarios, ni neoliberales malvados, ahí están los hechos dudosos que no se investigan y se justifican diciendo “yo confío en él o ella”. Las cosas no han mejorado ni van a mejorar si seguimos por donde vamos, sigue habiendo desvíos de recursos, contratos con sobreprecios, asignaciones inexplicables, nepotismo, casas millonarias, designaciones sin perfiles idóneos, firmas falsas, informaciones reservadas y datos que no cuadran.
Las recomendaciones emitidas por Transparencia Internacional para México son claras, lograr sanciones efectivas, enfocarse en la recuperación de activos, fortalecer al Sistema Nacional Anticorrupción, utilizar inteligencia financiera para desarticular las redes de corrupción y aprovechar el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil interesadas en la materia. Tenemos urgentemente que pasar del discurso a las acciones, dejar de hacer informes de actividades y cambiarlos por informes de resultados. Debemos negarnos a escuchar mentiras, a la opacidad, a las decisiones arbitrarias, oponernos a cualquier acción que afecte la democracia, pero sobre todo dejar de asumir que la corrupción es algo propio y siempre nos acompañará.
Estábamos mal antes, ahora estamos igual o peor, cómo estaremos mañana no depende del gobierno sino de nosotros los ciudadanos.
