Vivir con miedo

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Hay tantas y tantas cosas hermosas en la vida que conviene disfrutar y vivirlas intensamente día a día.

Después de la segunda guerra mundial, se generó la llamada guerra fría y se vivía a diario con la incertidumbre de que la URSS iniciara una guerra atómica. Todos escuchamos de un famoso teléfono rojo que estaba a la mano del presidente de los Estados Unidos y corrieron metros de cinta en películas de espionaje y contra espionaje.

El enemigo común, al menos así nos lo hicieron creer era la URSS. Luego fueron los sirios, los afganos, los talibanes, en general los árabes y ahora de nuevo los rusos y los chinos

Total, que siempre hay un pueblo, o, mejor dicho, sus gobernantes en turno, que se obstinan en hacernos vivir con miedo. Parafraseando a Sor Juan: “el niño que pone el coco y luego le tiene miedo.

Nos han obligado por años y más años a que sus enemigos sean nuestros enemigos, pero sus amigos no son nuestros amigos. Eso de Mr. Frend, es solo una figura social. Los estadounidenses no son en verdad nuestros amigos.

No digo que los otros dirigentes de otros países son amigos, solamente hay un juego de intereses geopolíticos, económicos. Seguramente de carácter expansionista, por lo cual hay que ser muy cautos en lo que ofrecen, pues las ayudas nunca vienen gratis, siempre terminan con grandes compromisos y se pagan a precios muy altos.

Son hábiles en el arte de la seducción, pues enamoran a sus víctimas para lograr sus objetivos. Son hábiles para la coerción, pues lanzan sutiles amenazas para convencer a sus víctimas. Nos venden protección, pero de quien hay que cuidarnos es del vendedor, ya que este y el verdugo es el mismo.

Cada vez que va a haber elecciones en los Estados Unidos, tenemos el gran debate: ¿Con quién no irá mejor, con los demócratas o con los republicanos? Y siempre se llega a la misma conclusión: propiamente es igual para nosotros, es un hecho que los gobernantes de aquel país ven, en primer lugar, por los intereses de su país.

Seguro así ha sido siempre y así será, nos tiene asustados por sus conflictos, por sus intereses, pero a la “gran perrada” del mundo nos da casi igual con esos conflictos, más a un país como México.