“Tal vez hoy sea pronto, pero mañana seguramente será tarde.” –Simone de Beauvoir-
“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.” – Jorge Luis Borges –
“Tantas cosas suceden sin que nadie se entere ni las recuerde.” –Javier Marías-
“Recordar es el mejor modo de olvidar.” – Sigmund Freud-
La poesía busca poner en palabras eso que esta la tiendo en el corazón y recorre la memoria, el juego de la vida y el olvido nos lleva sentir la vida que corren en nuestro interior y mantener los recuerdos como hechos que toman forma en la palabra misma.
Somos seres en duelo, seres que se van desprendiendo de otros seres, de circunstancias y lugares y que la añoranza se hace parte del privilegio de tener una vida. Despedirse no es olvidar, soltar lo que nos lastima es vivir.
El fin de año, la época decembrina, la perspectiva del nuevo año que inicia, para algunos las vacaciones, y con ello visitas y reencuentros familiares son parte de la vida que evocamos y son el contexto, también, para tener la oportunidad de la reflexión personal, esto es, hacer un tiempo y espacio de interiorización, que no está exento de conflictos, de culpas, de resentimientos, pero que a la par, pueden ser momentos para la escucha, para oír el silencio, para poner la empatía por delante y poder conocer las razones, los motivos y hasta las justificaciones por las cuales se dejo de ver a alguien o se generó algún pleito, o se expresaron diferencias, desacuerdos, y enojos, que hizo que se dejaran de hablar entre padres, madres e hijos e hijas, entre hermanos y hermanas, entre amigos y amigas, entre parejas, esposas y esposos, entre compañeros y compañeras de trabajo, entre vecinos y aceptar que en esas situaciones en algunos casos se dio paso al odio, rencor y con ello al sufrimiento y que si queremos podemos empezar a poner el remedio.
Las palabras pueden acompañar el camino por el cual podemos tener alguna pista para esa reflexión interior. Ver y sentir la realidad y así poder hacernos cargo del olvido y de la vida. Transcribo tres textos que pueden ser parte de proceso personal.
Les deseo una feliz Navidad y una hermosa Noche Buena.
La vida…
La vida está llena de pérdidas y uno que otro desencuentro
Vamos perdiendo objetos
Momentos, rumbos, ilusiones y claro lo que duele más, personas
Todo el tiempo perdemos algo y encontramos otro poco
Perdemos años, horas y son esas pérdidas a las que siempre les lloramos a esos tiempos ya perdidos
Vamos por la vida tan perdidos que tomamos direcciones incorrectas y resulta que eran las correctas para ser parte de una perdida
Vamos perdiendo tanto en la vida que un día de estos igual sé nos pierde lo único que tenemos para recordar ¡la memoria! Y entonces inexplicablemente ya va a tener importancia más que el aquí y ahora…
¡¡¡Y aun así también lo perderemos!!!
Blanca Bernal
He vivido…
He vivido este tiempo como una loba herida.
He lamido y llorado cada cicatriz.
He sido salvaje, rebelde, desolada.
He regado con las flores de mi instinto
el hielo de tanto desamor.
Pude reconocerme huérfana y habitante
de mi cuerpo desmadrado.
Y luego, poco a poco, me dejé llevar por mi regazo.
Me acuné hasta dormirme.
Soñé mi propio nacimiento.
Y me parí.
Rosada y tibia.
Tan libre, tan mía.
Germana Martin
Nada para el olvido
La vida nos pone retos
traza en la incertidumbre situaciones
inéditas, inesperadas,
nosotros las vamos llenando
con lo que somos,
con nuestra historia
con nuestra realidad
con nuestras manos,
con nuestras ideas,
con emociones y sentimientos
y uno que otro sueño.
La vida se abre paso en la vida misma
nos invita a ser parte activa en su entramado
nos pide que arriesguemos
nos llama a ser personas completas
sabiendo que nunca lo seremos,
nos dice que siempre se tiene que ir aprendiendo,
que un día abre la página para ser la siguiente
en la memoria
saber que un hecho se junta con otros
y nos puede dar la oportunidad de construir
utopías, sueños, e ilusiones,
desde el deseo y el amor.
La vida nos quita velos y vendas
que nublan la vista o no nos dejan ver
la realidad en la que estamos.
En ciertos momentos nos permite admirar
lo esplendoroso de un amanecer, lo inmenso del mar
o la fragilidad de una mariposa
y nos permite con dolor ver la tristeza de la gente,
la miseria de los pueblos, la crueldad y la maldad
de los hombres sobre el hombre y sobre la mujer.
La vida nos da la balanza
para poder apreciar lo que tenemos
nos da la oportunidad para querernos
nos regala la posibilidad de amar y el don del amor.
La vida nos ofrece vida.
Los problemas son eso problemas y
tienen solución, unas veces fácil y otras muchas no.
Todo está en el carácter,
en el espíritu y en el corazón de cada uno y
está la posibilidad de juntar la fuerza
para saltar los obstáculos,
para encontrar la salida.
En el cariño y el amor esta parte de esa fuerza
que nos ánima, nutre y que nos empuja
nos libera.
nos suelta a la libertad de vivir la vida
al menos en el intento de vivirla como
queremos profundamente hacerlo.
Tú estás en mi vida y eso da fuerza para ser mejores
y hacer felices a las personas que queremos
sin dejar nada para el olvido contigo.
Arturo Mora Alva