León, Gto., 27 de diciembre de 2020.- Aquello era un ir y venir. Unos corrían, otros llevaban charolas. Entre luces de colores, entre alarmas y pequeños sonidos -pit, pit, pit, pit- unos preparaban, otros acomodaban, otros limpiaban. Nadie descansaba.
Claro está, era la noche de 24 de Diciembre pero, aquí no hubo cena, abrazos, festejos ni felicidad. En la calle sí, donde hubo hasta filas para divertirse, aquí era una trágica Noche Buena. En el Hospital General de León donde se atienden los pacientes de COVID19 de todo Guanajuato.
Mario Armas Valadez, quien ganó el Premio Estatal de Periodismo 2020 en su modalidad de fotoperiodismo, ingresó al hospital aquella noche de fiesta cerca de las 20 horas para documentar con su cámara los instantes que marcan la vida dentro de ese lugar.
En charla virtual con Platino News el periodista deja sentir lo más crudo que vivió en ese lugar: “vi morir a una joven” dice quien, sin embargo y por su trabajo, ha retratado la muerte más cruda en las calles de Guanajuato.
Reconoce que esta vez el aroma a consultorio es diferente, en el hospital huele a incertidumbre. Aunque los goggles de protección ocultan las expresiones, reconoce que el personal médico está cansado, agotado, pero no desesperanzado.
“Veo que han puesto su empeño. Los que más han de estar agotados es el personal de enfermería. Ellos checan todo, limpian, acondicionan, ayudan, acomodan, vuelven a limpiar, van, suben, bajan y deben estar al pendiente de cada uno de los momentos que se viven ahí. No pueden quitarse el traje de protección ni para ir al baño y, adentro, es mucha la incomodidad para trabajar”.
Mario Armas se colocó un traje especial para estar dentro de las áreas COVID19 a fin de documentar su trabajo. Estuvo hasta la 1:30 a.m del viernes 25 de Diciembre en el hospital. El se fue, pero se quedaron los trabajadores de la salud.
- ¿Cómo es estar dentro de un traje de protección?,
- Es muy incómodo, se siente mucho calor. Para tomar las fotos no hay mucha claridad por los goggles, ¡Imagínate ellos que tienen que tomar la medición!. Yo solo estuve un rato, pero hay enfermeras y enfermeros, doctores, que tienen que traer ese traje durante toda su jornada. No se puede ir al baño con el traje, si es muy urgente se lo quitan y se tienen que volver a poner otro traje. Es muy incómodo.
- ¿Cómo fue entrar al hospital en este momento?
- Apenas entré vi que había muchos doctores en una cama. Era una joven, ella no estaba oxigenando. Ya no mostraba datos. Hicieron todo lo necesario por buscar datos. En una mano, en la otra, cambiaron al pie, al otro, llegaron más médicos, otros enfermeros y, al final, ya no pudieron hacer nada. Yo vi morir a una joven.
- ¿Cómo ves al personal médico?
- Los veo cansados, pero con esperanza. Andan trabajando, lejos de sus familias, esa noche de navidad pues no hubo festejo, como que eso era en lo último que pensaban, los vi que estaban pensando más bien en ayudar a la gente. En eso se enfocaban más.
Mario Armas fue protagonista muy cercano de la explosión que afectó el sector Reforma de Guadalajara, Jalisco, el 22 de abril en 1992. Una tragedia que dejó cientos de heridos y decenas de muertos.
Esta vez, desde las entrañas del hospital donde se vive la pandemia, esa misma en la que muchos aún no creen, documenta en imágenes el cansancio, la esperanza, la vida, la muerte de esta enfermedad que marcó una generación en el mundo.
Con la autorización de Mario Armas, reproducimos esta fotogalería que, además, está publicada en el diario digital CrónicaGTO que él dirige.