Unidad de Información de Negocios

Adolfo Pons, politólogo y académico leonés.

Estamos ante un momento crucial en cuanto al desarrollo económico de la ciudad. Es de vital importancia el ver la película completa y tomar las decisiones estratégicas adecuadas, para con, la visión que se debiera tener de la ciudad, aprovechar la coyuntura mundial que vivimos.

Las proyecciones de crecimiento económico a nivel nacional están siendo revisadas a la baja por todas las organizaciones, bancos, corredurías, e incluso organismos internacionales.

Ya estamos en el nivel del 1.5% para el 2019. Esto no sería del todo importante sí se tuviese un crecimiento del estado mayor o con “inercia propia”. Pero, no es el caso, Guanajuato está dejando de crecer a niveles superiores a la media nacional, como se presumió en años pasados.

Hace unos días; el INEGI, dio a conocer Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), con cifras del último trimestre del 2018. En Guanajuato crecimos al 1.4% respecto al mismo periodo del año 2017. Muy por debajo de los punteros Baja California Sur con el 8.8%, Aguascalientes con un 8.6%, o Sinaloa con el 4.8%.

Incluso la actividad minera, que tanta fama nos dio en otros tiempos, dejó de ser referente nacional. El reporte al mes de febrero 2019, nos sitúa en un último lugar en producción de plata a nivel nacional, con un crecimiento del solo 4% respecto al mismo mes del 2017. En Oro ni pintamos, y en Azufre, también estamos en último lugar y con un decremento del -41.2%.

El único crecimiento sectorial digno de mención, es el manufacturero con el crecimiento del 6.4% respecto al año previo.

Aquí es dónde nace el problema, ni el estado, ni la ciudad de León, solo son manufacturas. Por eso no podemos guiarnos con éste indicador, y pretender festinarlo como un gran logro.

La economía local, es un conjunto de sectores que no deben trabajar sin sintonía. Ya que el buen crecimiento de uno, subsidiaría a los malos de otros. Por lo que obliga que las autoridades responsables, trabajen desde una perspectiva estratégica en que todos los sectores logren, por sí mismos, el crecimiento requerido en lo individual, para entonces sí, la suma de inercias, se vea reflejada en el gran total acumulado.

Las principales zonas de negocios del mundo están inmersas en una batalla sin cuartel, para conseguir que, las pocas en número, pero enormes inversiones en capital, que las grandes empresas transnacionales están realizando, en su reacomodo estratégico mundial, para que éstas, puedan segir compitiendo en los mercados internacionales.

En éste nuevo juego del ajedrez corporativo global, México está jugando un papel fundamental por su posición geográfica, composición social y las condiciones económicas del mercado laboral interno. Provocando un nuevo boom en la inmigración de aquellas empresas que buscan fortalecer su posición.

Cuando la estrategia del crecimiento económico pasó a ser la piedra angular en el desarrollo de un estado o de una región metropolitana; la actividad de la promoción y gestión para la atracción de las inversiones se convirtió en herramienta fundamental. Ya que de ello dependió que una empresa se instalase o no, en ese territorio.

En consecuencia, en México, se lleva a cabo una lucha entre los integrantes de los polos de desarrollo industrial más importantes del país. El “centro-sur” (Estado de México-Hidalgo-Querétaro), el “noreste” (Nuevo León- Coahuila) y el “centro-norte” (Guanajuato-SLP-Ags).

Sin duda alguna la región Centro-norte, particularmente el estado de Guanajuato (Silao-Irapuato-Celaya), se consolidó como el territorio de mayor crecimiento industrial del País, los años pasados.

Derivado principalmente, por la estratégica posición geografía y la buena infraestructura de comunicación que se tiene; explotado todo ello con una excelente estrategia de atracción de inversiones de parte del Gobierno del Estado. Pero éste paradigma cambió con la estrategia de otros polos de desarrollo industrial (Sur-sureste), que viene instrumentando el Gobierno Federal.

Con la actual globalización de la información, se torna estratégico que, los inversionistas tengan a la mano y en tiempo real, la mayor cantidad de información disponible como elementos de juicio, para la toma de decisiones.

Aquella entidad que logre instrumentar un sitio web con información completa, donde el potencial inversionista no solo vea las bondades del lugar y quienes ya están instalados, sino pueda tener acceso a registros administrativos esenciales, estadísticas económicas y sociodemográficas y de gobierno; composición geográfica de suelo y subsuelo; líneas de transporte y comunicación; Indicadores de gestión; mapas georreferenciados con directorios de posibles proveedores y clientes; portal para tramitar permisos municipales, estatales y federales; Oferta inmobiliaria disponible, información catastral relevante del predio; Oferta de servicios educativos, de vivienda, de apoyo administrativo, etc. Será sustancialmente más favorecida contra aquella entidad que no la tenga.

El Estado de Guanajuato y la Ciudad de León, pretendieron adelantarse, al trabajar e integrar un Centro de Información Estadística y Geográfica. Desgraciadamente, perdieron la brújula y hasta el centro mismo, en el caso de León.

La ciudad de León, abandonó el esfuerzo que inició Ricardo Sheffield y que Bárbara Botello, terminó por sepultar. Hoy nadie sabe quién, tiene a su cargo éste Centro.

Tanto León como Guanajuato, deberían enfocarse en el rescate y apoyo, para la integración de la Unidad de Información de Negocios del Estado. Lo suficiente robusta para que sea la principal herramienta a usarse en la toma de decisiones de los empresarios extranjeros.

En la atracción de la inversión, como en cualquier empresa, se requiere de innovación para ser diferente a tus competidores, por ello de la importancia de ésta acción estratégica urgente.

El camino ya comenzó a ser andado y no podemos parar; hoy se tiene la obligación de acrecentar y fortalecer el sector productivo de la ciudad y del estado. Se debe contar con una herramienta madre en la atracción de futuras empresas internacionales al estado y convertirla en una Unidad de Información Estratégica para la Inversión.

Debemos crear una ventaja competitiva contra los demás polos de desarrollo en el país. Bien lo dice Jack Welch (CEO de GE) “Sí no tienes una ventaja competitiva, no compitas”.