El también llamado Metauniverso es una inquietante pero fascinante “nueva realidad” que ya está en desarrollo en el mundo.
Sin embargo, quienes estamos y vivimos en el ámbito jurídico debemos estar preparados, porque toda actividad humana y social se debe realizar dentro del marco del Derecho.
Solo en películas de ciencia ficción veíamos posible al Metaverso. Recuerdo esa escena de una película donde un grupo de turistas convierten un tiradero desértico en el más opulento y fastuoso mercado, gracias a sus lentes de realidad virtual y aumentada.
Desde que Mark Zuckerberg informó del cambio de nombre de Facebook por el de Meta, con un icono del infinito, lo hizo a la par de anunciar su apuesta total por el Meta-verso, y nos mostró el advenimiento de esa maravilla.
No tardaron Google, Nvidia y Microsoft en hacer lo propio, aunque el nombre se los ganó Facebook.
Las posibilidades del Metaverso son innumerables por ejemplo jugar como en la película Tron o Ready Player One, o estar en una cumbre mundial, en un concierto o solo en una reunión de amigos, pero verlos a todos en tercera dimensión y con una visión 360 grados del espacio en turno.
Hasta aquí, todo bien, pero por ejemplo para la celebración de una firma de contrato, todo deberá estar bajo la observancia de las leyes y valdrán las firmas electrónicas y la identificación biométrica de los contratantes.
Contamos con una Carta Magna, con leyes, reglamentos y códigos, y una reciente Ley Nacional de Ciberseguridad, que para el efecto se tendrá que actualizar o crear otra que incluya lo relativo al Metaverso.
Acudirán a la ley todos los creadores de meta espacios, con todos y cada uno de sus elementos bajo la ley de derechos de autor, como ya ocurre en un mundo donde el plagio es pan de e cada día.
Si el Metaverso hubiera estado disponible, el confinamiento hubiera sido otra cosa, pero el home office y las clases en línea, con las plataformas disponibles e inventadas, dieron pie a que empezara la gestación de esta nueva y prodigiosa “realidad”.
Todo se podrá desarrollar y así lo ve la industria con las posibilidades que ofrece visualizar líneas de productos antes de fabricarlos, para corregir errores de antemano.
La ciencia lo agradecerá, porque las clases, prácticas y desarrollo de tecnología se experimentarán antes de crearse.
Se prevé que incluso podremos”tocar” a las personas físicamente, gracias a la indumentaria de alta sensibilidad que ya está en diseño, al igual que los software que lo permitirán.
Como en todo, la parte oscura y malvada del ser humano estará presente, pero para prevenirlo, moderarlo o sancionarlo, la ley y los elementos de bloqueo estarán a la expectativa.
¿Cuándo se supone que estará listo el Metaverso?, no lo han dicho pero ya está en desarrollo y más temprano que tarde empezaremos a experimentarlo; entonces la realidad superará a la ciencia ficción.