Vivimos tiempos novedosos en la política nacional, con la aparición de un movimiento político predominante y una debacle de los partidos políticos tradicionales como es el caso de la pérdida de registro del PRD, la debacle del PRI y la caída de votos de Acción Nacional.
En esta ocasión, le proponemos revisar la situación del PAN que inaugura una nueva etapa en la política mexicana y cuyas decisiones en este momento habrán de configurarlo como partido de oposición en el contexto de la 4T: ya sea como minoría antisistema, partido testimonial o competitivo. Lo cual, no deja de ser importante porque también nos habla de la calidad de la democracia en nuestro país.
EL PAN NACIONAL
El partido blanquiazul a nivel nacional ha venido registrando una pérdida gradual de votos en las elecciones presidenciales: 13 millones aproximadamente de votos en el 2012, 10 millones en 2018 y 9.6 millones de sufragios en el 2024. En esta última elección, no fueron construyendo una candidatura y por esa razón, Xóchitl Gálvez se pudo apropiar de la postulación; sin embargo, ya en la competencia nacional no pudo llevar votos suficientes.
En el Congreso también verá reducida su representación. En la cámara de diputados es probable que pase a ser la tercera fuerza política y en la cámara de senadores la segunda. Todavía queda pendiente la repartición de escaños para considerar si podría volver a formar un bloque de oposición con otros partidos.
A nivel estatal, perdieron Yucatán que no se visualizaba y redujeron el número de estados gobernados por Acción Nacional. Pasaron de cinco entidades: Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Yucatán a solamente cuatro.
Sin duda, un elemento central en el análisis del Partido Acción Nacional es el papel de la dirigencia: Marko Cortés que estuvo al frente todo el sexenio y encabezó los trabajos para competir en la elección presidencial. Tomó la decisión arriesgada de ir en coalición con el PRI y el PRD que puede entenderse en el marco de la competencia electoral, pero tuvo varios errores significativos que mermaron al blanquiazul, tales como: las chamaqueadas de Alito Moreno, las negociaciones en Coahuila en donde el mismo Marko Cortés las hizo públicas o los desencuentros con Xóchitl Gálvez.
El PAN nacional ha venido arrastrando problemas, desde hace años, en la renovación de sus dirigencias. Las disputas entre los distintos grupos por el control del partido los han llevado a ignorar a la militancia y marginar a sus propios exdirigentes y expresidentes. La continuidad del partido dependerá de la forma de resolver este pendiente. Por lo pronto, no hay la suficiente claridad sobre el método y eso de entrada, no es una señal positiva.
Por otra parte, en el contexto de la popularidad de la 4T, para que Acción Nacional vuelva a ser competitivo tendrá que construir un proyecto de país que pudiera ser aceptado por todos los sectores; de lo contrario, su proyecto solamente permanecerá en sectores reducidos y correría el riesgo de quedar en una minoría. Es el único partido considerado de derecha, pero en este momento histórico tendrán por resolver: ¿Qué significa ser un partido de derecha en el México de hoy?
EL PAN EN GUANAJUATO
En el caso de Guanajuato considerado uno de los bastiones del PAN tuvieron una variedad de resultados, pero en su mayoría también fueron hacia a la baja.
En la elección para la gubernatura fue la única en la que tuvieron un crecimiento de votos, para conseguir 1.4 millones de votos, después de los 1.1 millones de 2018.
A pesar de eso, en la elección del Congreso ya no pudieron ganar la mayoría de los distritos electorales y en el sureste perdieron ocho de los distritos de mayoría. Continuará siendo la primera fuerza política en el congreso local, pero necesitará de otras fuerzas políticas para sacar adelante reformas importantes.
En los municipios también vieron reducidos sus gobiernos, pasaron de 26 a 23. En 13 de ellos en coalición con el PRI y el PRD. Uno de los más significativos fue Celaya que ha padecido problemas de violencia e inseguridad.
Los gobiernos predominantes de Acción Nacional han entrado en una nueva etapa en donde nuevas realidades los desafían tales como: la violencia, las adicciones a las drogas, la inseguridad y la marginación. En el caso de los programas sociales que han enarbolado en varias administraciones han sido opacados por los programas de la 4T y no les ha quedado remedio que copiarlos y en algunos casos de forma burda como la Tarjeta Rosa.
También el PAN local ha entrado en un proceso de renovación de su dirigencia en medio de fuego amigo por los señalamientos a algunos de sus dirigentes e impugnaciones porque no está abierto a la militancia.
A pesar de ello, todo parece indicar que el proceso se concretará y significará la continuidad del grupo al frente del partido. Moverán sus piezas, pero cambios significativos no habrá en el corto plazo.
¿QUÉ TIPO DE OPOSICIÓN?
El PAN inaugura una nueva etapa en donde quedan muchas cosas por definir: dirigencia, programa de acción, relación con la 4T y con otros partidos de oposición, vínculos con la ciudadanía, entre otros.
Las circunstancias a nivel nacional y local en Guanajuato son diferentes, pero en ambas tienen la tarea de reposicionarse. El partido como cualquier otro, quedará a merced de los que prefieren administrar las prebendas o reconstituirse como fuerza política viable para los mexicanos. En los próximos meses podremos ver hacia dónde se inclinan.