Hemos visto inundadas las redes sociales de fotografías señalando diputados como traidores a la patria, hemos escuchado al Presidente de la República desde las mañaneras señalar que todo aquel que disienta con su proyecto es un traidor a la patria, se ha puesto de moda insultarse tachándose de “Traidor a la Patria”.
Los diputados que votan en cualquier sentido, después de haber analizado con atención todas la implicaciones del proyecto sujeto a votación y habiendo razonado su voto, sea éste en el sentido que sea, No son Traidores a la Patria, son agentes de la democracia. La diferencia de opiniones y los mecanismos para asegurar que todos tengan voz y representación, la división de poderes y la presencia con peso de la minoría son los elementos estructurales de la democracia.
Ojalá logremos salir de este juego perverso de confrontación en el que nos han metido, ojalá entendamos que el enemigo no somos los mexicanos que pensamos de una u otra forma, nos están distrayendo, generando peleas entre la ciudadanía para que no veamos de verdad donde están los traidores a la patria.
Los verdaderos traidores son aquellos gobernantes que niegan los problemas y que por lo tanto no los atienden como debieran, aquellos que dijeron que el covid no era nada, aquellos que niegan la inseguridad rampante mientras las masacres y balaceras son cotidianas, aquellos que sostienen que todo está bien y minimizan los feminicidios, Son traidores porque les encargamos administrar y resolver los problemas sociales y no lo hacen, por proteger un proyecto político.
Los verdaderos traidores son todos los encargados de impartir justicia, pero que juzgan con perspectiva política, y no aplican la ley, sino que hacen favores políticos con sus resoluciones, que son impulsores de la impunidad, tapaderas de corrupciones. Los fiscales que inventan delitos donde no los hay y los que niegan la existencia de delitos evidentes y los califican como accidentes absurdos. Son traidores porque les encomendamos hacer valer la ley para que impere la justicia y no lo hacen por preferir quedar bien.
Los verdaderos traidores son los legisladores que aprueban o vetan leyes que no han revisado, que no escuchan a los ciudadanos, que siguen líneas partidistas olvidando que el congreso debería ser un universo donde se discuta con argumentos con el mejor sustento posible, y lo reducen a obediencias ciegas. Son traidores porque los elegimos para que nos representaran y no lo hacen al doblegarse ante otros intereses.
Los traidores son los que mienten, los que no respetan la ley, los que participan en los actos de corrupción, los que ocultan, los que anteponen sus intereses personales a los intereses de México. No perdamos de vista dónde está el problema, hay mucho que resolver en nuestro país, persisten muchas conductas terriblemente reprochables que necesitan nuestra atención. Pensemos por nosotros mismos, analicemos y veamos de verdad ¿Quiénes son los traidores?
