El 30 de junio de 1986, inició su funcionamiento el Centro de Readaptación Social de León, Guanajuato. Ese día amanecieron, los entonces 120 reos que fueron trasladados de la Cárcel Municipal ubicada en la esquina de las calles de Belisario Domínguez y Justo Sierra, a este nuevo centro penitenciario moderno y funcional, con amplio espacio y con las instalaciones propias, con ingeniería y diseño especializado para la época.
Su ubicación fue allá por el kilómetro 11 de la carretera León-Cuerámaro, adelante de “Los Ramírez”; se accedía por la avenida Hermanos Aldama, que luego se le denominó “Prolongación”, hasta desembocar ya francamente en la carretera mencionada.
En su costado derecho, del edificio, observándolo de frente, se construyeron en dos pisos, los Juzgados Penales existentes hasta entonces, también con sus instalaciones amplias, cómodas y con oficina privada para los Jueces; oficinas anexas para cada Agente del Ministerio Público adscrito y un recinto con oficinas privadas para los Defensores Públicos o llamados también “De Oficio”; lugares amplios de estacionamiento gratuito para servidores públicos y para visitantes.
Las instalaciones del Centro contaban con área de recepción e ingreso y recintos para revisión; área de locutorios para visitas a los reclusos; así como la clasificación de las áreas de detenidos, en término constitucional, en proceso y sentenciados compurgando; sus departamentos, jurídico, de psicología, de trabajo social, seguridad y vigilancia; torres de control, etc. En fin, toda una nueva infraestructura no conocida por acá.
Ahora la edificación histórica donde se ubicaba la Cárcel Municipal, la ocupa un museo de la ciudad; pero ese acontecimiento fue un parteaguas en la evolución de la aplicación del Derecho Penal en Guanajuato. Cada juzgado contaba con pasillos internos desde el Centro de Readaptación que llegaban a la sala de audiencias, evitando molestias de ser trasladados por policías a través de las calles para acudir a las diligencias como era antes.
Así, Guanajuato ingresó a un Sistema Penitenciario moderno con la visión de proporcionar criterios y acciones readaptativas en favor de los internos, con escuelas, talleres y áreas de capacitación, conforme al espíritu de la Ley y específicamente el artículo 18 Constitucional en una misión humanitaria para revertir el comportamiento antisocial.
En el ahora Museo de las Identidades Leonesas, se conservan espacios y retazos de lo que fue ese recinto durante casi 80 años, como Cárcel Municipal. Aunque íntegramente se puede conocer la Celda 18, llamada “de castigo”, que aún está intacta como muestra de aquel espacio, húmedo, insalubre y con olores fétidos.
Atrás quedaron los presos famosos como “El Capitán Fantasma”, que se fugaba de diversas cárceles, incluyendo esta de León; o el tristemente célebre “El Garruñas”, o “El Yeyo”; algunas de las lenonas más relevantes de la ciudad que manejaban diversos prostíbulos; varios “cuchilleros” del barrio de “El Coecillo” en sus riñas contra los de San Miguel. En el recinto museográfico se conservan algunas frases grabadas por los reclusos.
Toda una etapa de la evolución de nuestra ciudad y que constituyen el acervo histórico cultural con que ahora contamos.
Hacia el año 2016 y para implementar el funcionamiento del nuevo Sistema Penal de Oralidad y acusatorio, toda esa zona de juzgados penales y parte del propio reclusorio ahora denominado “de Reinserción Social”, había sufrido varias modificaciones arquitectónicas en sus instalaciones, para dar paso a las Salas de Oralidad Penal para el nuevo procedimiento y a la Unidad de Gestión y Control.
Todo cambió, incluyendo la ampliación de los juzgados penales tradicionales que habían llegado a doce y dos juzgados menores para determinados delitos. De toda esta organización solo quedó uno para el procedimiento penal tradicional para asuntos rezagados.
Por cierto, felicidades al Archivo Histórico Municipal por los 77 años de creación y cuya celebración se llevó a cabo este viernes 4 de julio, recordando a mi Maestro Carlos Arturo Navarro Valtierra, pilar de esa Institución.