La tristeza y la indignación se transmiten en redes sociales y, aun así, nos cala hondo en el corazón y en la consciencia. Una misa en vivo por el eterno descanso del joven periodista Israel Vázquez Rangel, que fue asesinado en Salamanca. Junto al altar, una foto de él sonriente, viste la playera del equipo León; y su chaleco de reportero del medio digital El Salmantino, cubre su ataúd.
En medios estatales se informa también de la desaparición del reportero Víctor Manuel Jiménez Campos, de la página Rotativa Digital Guanajuato, quien desapareció en el municipio de Celaya. Familiares del comunicador solicitaron apoyo para localizarlo, porque desde el domingo primero de noviembre salió de su casa y no se sabe nada de él.
Además de otras fuentes, se indica que estos dos periodistas cubrían la nota policiaca, es decir, los hechos de alto impacto que han convertido a Guanajuato en la entidad con más homicidios dolosos en el país.
Israel Vázquez fue cobardemente agredido a balazos por desconocidos, mientras cubría el hallazgo de restos humanos, en una de las ciudades más peligrosas no solo de México, sino del mundo, por el índice de hechos violentos que registra, junto con Celaya e Irapuato.
Israel es hermano de Marypaz, quien trabajó muchos años en el diario a.m. de León como fotógrafa y donde la conocí por coincidir en más de algún evento. Israel deja a una viuda y a dos pequeños hijos en la orfandad.
A nombre del Colegio de Abogados del Estado de Guanajuato expreso nuestro más profundo dolor por este hecho y enviamos una honesta condolencia a su familia y a sus amigos, aunque nada puede reponer a una persona que se entregaba a su trabajo.
A la vez, se exige al Gobierno del Estado a que instruya a su Fiscalía General para que realice las indagatorias pertinentes y pueda llevar ante la justicia al, o los criminales responsables de este inaudito atentado. No es momento de que se diga que no les compete esta investigación y que la delincuencia organizada es materia federal.
De igual manera, se deben de activar los protocolos de búsqueda de Víctor Manuel, como deben de estar activados en torno a los dos mil 430 desaparecidos en nuestra entidad, de acuerdo a los datos que acepta la FGE.
La Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Estado de Guanajuato no debe ser letra muerta, y el principal responsable de hacer que se cumpla, es el Estado, sin dejar de lado la corresponsabilidad de los gobiernos municipales.
Es momento de que las instancias de seguridad hagan letra viva el garantizar la seguridad y la libertad de las personas defensoras de derechos humanos y periodistas, y salvaguardar su vida e integridad física, psicológica y económica cuando se encuentren en riesgo con motivo de su actividad.
Debe haber una coordinación para procurar, si es necesario, la salvaguarda de estos profesionales, en cuanto denuncien amenazas a sus personas, bienes o familias y dar seguimiento y respuesta a las quejas que, con motivo de su función, realicen ante las instancias y tribunales afines.
A más de que los homicidios dolosos van en aumento en Guanajuato, a más de que el descubrimiento de fosas clandestinas, con el hallazgo de restos de más de 60 personas en Salvatierra y de 30 personas en Irapuato, ahora volvemos a ser noticia internacional por el asesinato de un periodista y la desaparición de otro más.
Todos los sectores sociales se han unido en un clamor: la Iglesia, el empresariado, los colegios de profesionistas, los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, los colectivos de derechos humanos, los comerciantes y ahora los periodistas: seguridad y alto a la violencia.