León, Gto., 29 de abril.- Deambulas por la exposición de casas editoriales de la Feria Nacional del Libro de León (FeNal)número 30, y puede llegar la reflexión, la pregunta, de que si los criminales bárbaros hubieran sabido la magia y el tesoro que encierra un libro, entonces no habrían quemado la biblioteca de Alejandría.
El “Libro te hace libre”, una de las máximas que se leen como lema de la FeNal y no puedes más que caer en la cuenta de que la verdadera liberación, la real salvación del hombre está en cultivar el arte y la ciencia, como lo hicieron los griegos, que son nada más y nada menos que la cuna de la civilización occidental e influencia de todas las civilizaciones.
Un año más de la feria que es un encuentro con las letras, con las palabras, con la imaginación, con el saber, con el crecer, que nos conducen a otra reflexión de que el mundo sería otro con educación, con la formación como seres humanos.
Para quienes aman los libros, una feria del libro es un paraíso, un edén, un oasis donde los libros son árboles y flores y fuentes de agua que refrescan, que cobijan y alimentan y alejan de la árida urbanidad y sus problemas.
No solo los libros nos abstraen sino incluso las presentaciones artísticas, los talleres, los encuentros de reflexión de libreros, de escritores, de promotores culturales.
Y de los escritores convocados no son más los que tienene reconocimientos como Jorge Volpi, Elmer Mendoza, Peter Kuper, Martín Caparrós, Mariana Palova y Alberto Chimal, sino otros como José Memun, que presenta su ópera prima y jóvenes como Edith Velázquez o Bernardo Govea, presentes en Letraferitis, que es una antología de cuentos hispanoamericanos, porque todos tienen algo en común: el amor por la literatura.
Cada stand de las casas editoriales es una isla que forma un archipiélago de sorpresas. En Alfaguara, con todos sus libros-premios y las dos ediciones de los 50 años de Rayuela, la novela disruptora y corruptora, pero redentora, de Julio Cortázar, que son la publicación de Alfaguara y la de la Real Academia Española.
De todo y para todos: Panini, con sus best-sellers de manga, Luciérnaga azul, con sus obras especializadas en artes escénicas, el Fondo de Cultura Económica (que sí es económica), Literalia, Hammer, Pinguin Random House en artes y literatura, Océano como su nombre lo dice, Planeta igual, se agregan el Fondo Guanajuato, Ediciones la Rana, universidades y diarios nacionales, Instituto Cultural de León, en fin…
Nos paseamos por exposiciones, tales son la de personajes famosos de Guanajuato, del monero leonés Horax y la de portadas de las ediciones del concurso de literatura infantil, ampliamente recomendables las dos.
Hay prsentaciones editoriales de distintos tópicos: economía, astronomía, física y hasta de política como la del texto Cartas a un joven político. El poder presidencial, donde estuvo Juan José Rodríguez Prats y donde estaría pero no llegó, Luis Felipe Bravo Mena.
A más de una reseña sobre el sexenio de Ruiz Cortines (desencuentro y parálisis en el Congreso mexicano), Prats dijo una frase dominguera: “Los priistas son políticos de riego y los panistas son políticos de temporal” (niégalo Miguel Márquez).
Con ansia esperamos el ciclo Realismo guanajuatense, de Jorge Ibargüengoiotia a José Alfredo Jiménez (¿dos cronistas de Guanajuato?), sí. Y participamos en el ciclo Del balón al verbo, literatura futbolera, en la que incluyen a autores y jugadores del Club León, tanto femenil como varonil.
Se puede pasar un día completo en al FeNal y acudir todos los días para actividades, lecturas, presentaciones, conciertos… en el paraíso de las palabras, y prolongar su estancia y su magia por mucho más tiempo, con la lectura de los libros adquiridos.