Cuando llegue la noche, en la soledad, en la intimidad de la cama, hay que hacer un balance de lo actuado a lo largo del día, seguramente habrá cosa que no lograste, otras inconclusas, pero resalta los logros, eso es muy importante.
Nos hemos convertido en una sociedad que se queja de todo, que nada le satisface, en donde la gente le encuentra el mínimo defecto a la más bella de las gemas, una sociedad que cualquier evento le resulta insatisfactorio y como luego bien se dice, nada les embona.
A muchas personas a diario se les ve con un semblante fruncido aún desde tempranas horas, siendo no necesariamente viejos o adultos, se ve en las calles a gente joven malhumorada desde las primeras horas de la mañana, como si no hubieran dormido, o mejor dicho, como si no agradecieran a la vida el vivir un días más.
Salen de su casa sin ilusión alguna, sin esperanza alguna, sin haberle dado un beso a un ser querido con quien viven, con quien compartieron los primeros minutos de un nuevo día.
Traza un pequeño plan del día, súmate logros desde la mañana, anótate puntos gratos que no por pequeños dejan de ser muy importantes, para que al final del día tengas en tu mente una serie de cosas lindas para compartir, en primer lugar, contigo, con tu familia, con tus amigos, con tu pareja.
Un día más puede estar cargado de cosas hermosas, aunque sabemos que hay reveces en la vida, pero dichos sinsabores no deben de amedrentarnos, son pequeños escollos que debemos de superar y seguir adelante, pues la meta, el ideal es más fuerte que la desventura.
Aprende a querer lo posible, lo deseable y en ocasiones lo imposible, pero que no te trastornen los fracasos, pues siempre debe de haber una ilusión, una meta que cumplir que sea la guía y la luz de tu camino, que siempre te recuerde lo finito que somos y por lo tanto hay que disfrutar de lo que se tiene y buscar algo más.
No es esto una receta de cocina, esto es el esfuerzo que se tiene que hacer para encontrar la felicidad, la tranquilidad, la satisfacción en múltiples cosas de la vida, en múltiples momentos del día a día, para que así, como ya lo he dicho, al final del día, en lo más profundo de tu intimidad te digas a ti mismo que ha valido la pena vivir un día más.
Lo mejor es intentarlo, seguramente tendrás muchas cosan buenas por lograr y muchas satisfacciones a lo largo del día.
