En los días recientes hemos podido observar lo acontecido con dos expresidentes y el actual presidente de México que nos dicen mucho de la política de nuestro país. Seguramente podemos tener discrepancias, pero es necesario entresacar las principales enseñanzas que nos dejan estas tres historias.
Retomemos a cada personaje en orden cronológico y discutamos en la medida de lo posible las propias conclusiones.
LUIS ECHEVERRÍA
El pasado 8 de julio falleció el expresidente Luis Echeverría Álvarez a la edad de 100 años. Gobernó nuestro país en el periodo de 1970-1976, su periodo es denominado Desarrollo Estabilizador y perteneció a la época del PRI hegemónico.
Dicha etapa se caracteriza por sus fuertes contrastes. El expresidente Echeverría hacía gala de su nacionalismo y promovió la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados (países tercermundistas); en contraste, se le identifica con la “Guerra Sucia” en nuestro país y los acontecimientos trágicos del Tlatelolco y el Halconazo, además de su confrontación con empresarios mexicanos. En el aspecto económico, comenzaron a registrarse las primeras crisis económicas recurrentes de los siguientes 30 años con inflación, crecimiento de la deuda pública, y devaluaciones.
Los funerales del expresidente fueron discretos y lejos de los reflectores de la política mexicana. El Partido Revolucionario Institucional expresó sus condolencias a la familia del presidente, pero no realizó ningún evento de reconocimiento.
En las redes sociales prevalecieron las manifestaciones de desaprobación del sexenio del expresidente. Ciertamente, es un capítulo de la historia de nuestro país al cual muy pocos quisieran regresar o considerar como uno de los más importantes.
ENRIQUE PEÑA NIETO
El 6 de julio, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) dio a conocer en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, que había entregado información a la Fiscalía General de la República sobre triangulación de transferencias, que podría implicar lavado de dinero por parte de un expresidente.
Inmediatamente, se hizo la relación del expresidente Enrique Peña Nieto y todos los medios pusieron su mira sobre el exmandatario que gobernó México entre los años 2012-2018. El mismo expresidente contestó en un tuit que podría aclarar todo cuestionamiento sobre su patrimonio y confiaba en las instituciones del país.
El político mexiquense había representado el regreso del PRI a la Presidencia de la República y pretendía significar una nueva etapa de gobiernos del partido tricolor; no obstante, irrumpieron los descubrimientos de actos de corrupción como “La Estafa Maestra” y “La Casa Blanca”. Terminaría con los niveles más bajos de aprobación presidencial y en la derrota electoral más abrumadora del periodo de las alternancias políticas.
Lo más significativo son las interpretaciones políticas alrededor de lo anunciado por Pablo Gómez, que se mueven sobre dos principales tesis: la primera, la ruptura del pacto entre el presidente López Obrador y Peña Nieto por la disputa política del Estado de México y la segunda, que es una cortina de humo, y que la investigación no terminará en nada.
Cualquiera de las dos opciones, usan la imagen del expresidente y lo mantienen como rehén del actual gobierno para sus propios propósitos que todavía faltan por esclarecer.
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
Finalmente, tenemos al mismo presidente López Obrador que durante esta semana inicio una visita a los Estados Unidos con varias interpretaciones a su alrededor.
El presidente se encuentra en su cuarto año de gobierno y aunque su partido ha registrado victorias electorales importantes no parece confiarse con miras al 2024 y se encuentra ávido de logros políticos relevantes.
Así parece enmarcarse su encuentro con la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente Joe Biden; sin embargo, hay dos aspectos que debemos considerar: el presidente Biden registra bajos niveles de aprobación; por lo que, la política americana podría dar un giro en los próximos meses y el famoso acuerdo migratorio sigue quedando en promesa. El comunicado firmado por ambos países solamente señala que se creará un grupo de trabajo binacional sobre vías de migración laboral y protección de los trabajadores. Por el momento, sigue sin existir algo concreto en el tema de migración.
TRES HISTORIAS
Como podemos observar nos encontramos ante tres historias que han marcado el desarrollo de nuestro país para bien o para mal.
La del presidente Echeverría que prácticamente se ha cerrado con sus paradojas, pero que nos deja con lecciones importantes, la mayoría de ellas para no repetir.
La del presidente Peña Nieto que todavía está lejos de cerrarse. Cuyas decisiones y acciones todavía podrían tener repercusiones importantes en la política mexicana. Este pasado reciente mantiene lazos muy significativos con el presente.
Por el último, el presidente López Obrador que todavía construye su sexenio sobre las expectativas de los mexicanos se encuentra de frente con el tiempo que transcurre inexorablemente y la propia realidad que impone sus propias condiciones.
Estas tres historias nos hablan de nuestro México.