La planta, ubicada a 900 kilómetros de la frontera con EU, tendrá una inversión de 700 millones de dólares (mdd) frente a los 1,000 mdd anunciados en 2015, por lo que gozará una capacidad de producción de 100,000 unidades por año.
Los planes de Toyota para esta planta fueron criticados en enero pasado por Trump, cuando aún era presidente electo, e hizo un llamado a las firmas extranjeras a producir en Estados Unidos si quieren operar en ese mercado.
El presidente de EU amenazó a la firma con incrementar los aranceles si continuaba adelante con ese plan.
La compañía explicó que la reducción de sus inversiones está relacionado a un cambio en la producción en esta planta que debe comenzar a producir en 2019.
“Nuestro compromiso en México sigue intacto”, dijo Jean-Yves Jault, portador de la firma.
“Queremos al mismo tiempo que las operaciones en Estados Unidos crezcan y sean exitosas”, dijo.
La decisión “no es una respuesta directa a los comentarios de Trump. Va más allá de una sola planta”, añadió. La firma inicialmente planeaba construir en la planta mexicana 200,000 unidades del popular Corolla.
