Dicen que para sanar y poder estar bien, hay que usar el perdón y así es como en general actúan los grupos sociales, la familia, la escuela, el trabajo, los amigos, etc.
Todo se perdona, bueno, casi todo. Aquel jovencito que abusaba en la escuela y se comía a diario la torta de otro compañero, se le perdona, pues era sólo una travesura escolar, resulta que con el tiempo se hicieron amigos.
Aquel que embarazó a una compañera de trabajo y luego no reconoció al niño, se le perdona, pues eran jóvenes y no sabía cómo cuidarse, además ahora es un padre ejemplar, de otros y se casó con otra.
Aquel que defraudó a muchos empresarios, grandes y pequeños, se le perdona, pues ahora es un próspero empresario rico y les da trabajo a muchos.
Aquel que robó los ahorros de su padre de toda una vida, se le perdona, pues ahora es padre amoroso de sus hijos.
Aquel que mató en una pelea a otro jovencito, se le perdona, pues ahora forma parte de un grupo religioso.
Aquel que mató a golpes a la amiga que no quiso tener relaciones, se le perdona, pues ahora es un próspero inversionista.
Aquel que se robó los exámenes de la escuela, ahora se le perdona, pues tan solo fue la ocurrencia de un adolescente.
Aquel que provocó el aborto de su mujer por golpearla durante el embarazo, se le perdona, pues ahora es un reconocido deportista.
Aquella que traicionó a su novio y tuvo relaciones con un desconocido, ahora se le perdona, pues ahora es una madre amorosa. Al menos eso dice.
Ahora los vemos juntos, departiendo y haciendo como que nada ha pasado.
Perdonan al borracho, al drogadicto, al ratero, al violador de sus hijos o hijas, al asesino, al parricida, al mentiroso, al traidor. Porque, además, si te arrepientes estás perdonado. Así de fácil.
Parece no importar que se hayan desecho familias, arruinado infancias, terminado patrimonios, acabado ilusiones. En fin, fuiste una persona terrible, pero ahora se te perdona todo.
Pero al que es un disidente social y profesa una ideología diferente a su grupo, a ese no se le perdona. Pues dicen que eso si está mal, que eso no es correcto, que eso si daña. Así, podemos inferir que cualquier pecado, cualquier falta, cualquier delito es perdonado, pero pensar diferente eso si es castigado con el escarnio social.
Hay que tener cuidado con la ideología o se pagará el precio del desprecio social.