Todo se atomiza

Juan José Alvarado, columnista en Platino News

Los grupos sociales van quedando en nada, hay tantos y tantos que ya no presentan una verdadera posición y menos una verdadera oposición a nada… pero a nada.

Antes se hablaba de dos grandes grupos, los hombres y las mujeres, pero ahora tenemos divisiones y subdivisiones y esto no tiene nada que ver con cuestiones xenofóbicas, racistas, machistas, etcétera, no confundir y desvirtuar, esto que hoy comento tiene que ver con la atomización de la sociedad.

Se les decía jotos o maricas, machorras o manfloras, pero ahora se dice homosexuales, gay, lesbianas, transexuales, bisexuales, lesbis, etc. se han atomizado.

Había un culto cristiano, ahora hay ortodoxos, católicos, evangelistas, testigos de Jehová, protestantes, y toda una serie de subgrupos y grupúsculos que en lo general coinciden, pero difieren en particularidades y se ponen unos contra otros.

Había escuelas publicas y privadas, pero ahora las publicas se han dividido en sistemas y subsistemas y las privadas se dicen las buenas y las patito, las escuelas de ricos y las clasemedieras. Todas poseedoras de los mejores sistemas educativos (eso dicen) y compiten por las instalaciones y el ornato de los edificios.

Todos comíamos huevos estrellados, revueltos, tibios o cocidos, pero ahora hay toda una diversidad y de huevos y todos se dicen de nuestros antepasados, pero hay culturas como la mexicana, que no conocían los huevos, así que no pueden ser platillos legendarios.

Antes había una familia, formada por mamá y papá y al menos un hijo, ahora tenemos multiplicidad de familias, incluso hay quienes dicen que su perro, su gato o su mascota es su familia o que su muñeco de peluche es su verdadera familia y defienden encarnizadamente su concepto de familia.

No es, insisto, discutir los ejemplos que hoy pongo solamente para ilustrar el tema de la atomización de la sociedad, no es la nostalgia del pasado.

Tantas divisiones, y todos creyendo que son poseedores de la verdad, no son capaces de formar un frente común para oponerse a nada, a darle soluciones de fondo, no de forma a los problemas sociales que nos aquejan, nos destruyen y vemos que tal atomización de la sociedad solo está logrando que seamos unos humanos cada vez más divididos y solitarios.

Dejemos el cada quien para su santo y formemos un gran grupo que dé soluciones para poder crecer y ser felices en este breve mundo.