Sueño e imaginación

“La vida se encoge y se expande en proporción al coraje que uno tenga.”

        Anaïs Nin

“Me acosté y lloré, y me dispuse a sentir de nuevo, a admitir que era humana, vulnerable, sensible.”

Sylvia Plath

“El hábito precoz de la soledad es un bien infinito. Enseña, hasta cierto punto, a prescindir de las personas. Enseña también a querer más a las personas”.

        

Marguerite Yourcenar

“No hay valor en la vida, excepto el que elijas darle. No hay felicidad en ningún mundo, excepto la que tú mismo le des.”

Henry David Thoreau

Paul Auster escribió:  “Dicen que si los seres humanos, no pudieran soñar por las noches se volverían locos; del mismo modo, si a un niño no se le permite entrar en el mundo de lo imaginario, nunca llegará a asumir la realidad. La necesidad de relatos de un niño es tan fundamental como su necesidad de comida y se manifiesta del mismo modo que el hambre…”

La onírica parte de la vida que todas y todos tenemos es muy importante para vivir sanamente, reducir enfermedades y alteraciones emocionales. Dormir es necesario y poder hacerlo un tercio de un día es lo más adecuado. Al dormir soñamos, pero también, al dormir nos pasan cosas, importantes en diversos planos y procesos fisiológicos y metabólicos, algunos eventos que nos pasan al dormir son:

  1. A. Restauración física: Durante el sueño, el cuerpo se restaura y se reparan los tejidos dañados. Los músculos se relajan y se rejuvenecen.
  2. Consolidación de la memoria: Durante el sueño, la memoria se consolida y se transfieren los recuerdos de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
  3. Regulación emocional: El sueño ayuda a regular las emociones y a reducir el estrés y la ansiedad.
  4. Sistema inmunológico: Durante el sueño, el sistema inmunológico se activa y se producen anticuerpos para combatir las infecciones.
  5. Regulación hormonal: El sueño ayuda a regular los niveles hormonales, incluyendo la insulina, el crecimiento y la hormona tiroidea.
  6. Limpieza del cerebro: Durante el sueño, el cerebro se limpia de toxinas y residuos que se acumulan durante el día.
  7. Mejora de la función cognitiva: El sueño ayuda a mejorar la función cognitiva, incluyendo la atención, la memoria y la resolución de problemas.

Dormir por tanto es algo que debemos defender como parte sustancial de nuestra salud. ¿Defender? Los tiempos en que vivimos van instalado una noción productivista de lo que debe ser la vida. Los horarios de trabajo se amplían por las propias empresas o por uno mismo que se auto explota como lo ha descrito Byung-Chul Han, los casos de workaholic van en aumento en el mundo, pero también las pantallas y las redes sociales 24/7/365 nos “llenan”, no saturan de “distracción”. El tiempo de descanso disminuye, restando tiempo para dormir, los maratones de series están a la orden del día, no podemos parar y tenemos que terminar la temporada de tal o cual serie, eso lleva a cambios en los tiempos de alimentación y consecuentemente al cambio del tipo de productos alimenticios que se consumen.

Si a esto le sumamos la dinámica actual asociada a los procesos emocionales y afectivos, los síntomas de tristeza, nostalgia, melancolía, depresión, angustia y ansiedad se instalan y por lo tanto el insomnio se hace presente, y entre el desvelo voluntario y la dificultad de conciliar el sueño se produce todo un desajuste severo en el ritmo circadiano y con ello el constante agotamiento de las personas.

No es fácil establecer algunas prácticas denominadas “Higiene del sueño”, ya que implica tomar acciones para aprender a crear condiciones para poder dormir lo mejor posible, y que pasa por evitar la sobre estimulación intelectual y sensorial, incluye optar por hábitos alimenticios, por ejemplo cenar ligero, implica apagar todo tipo de pantallas y crear condiciones de oscuridad en la habitación donde se duerme, a la vez de establecer un horario fino para ir dormir, usar la cama solo para dormir y para la intimidad, y preferentemente realizar algunos ejercicios de respiración y de meditación. Hoy como nunca cuidar nuestro sueño y dormir es urgente y necesario.

En el dormir esta el soñar. En el pensar está el imaginar.  Imaginar es una cualidad de la inteligencia, es parte de un conjunto de procesos cognitivos en los que se unen nuestros referentes culturales, nuestras experiencias de vida, nuestros intereses e inquietudes, mismas que se unen un proceso creativo de diverso orden y alcance.

Podemos imaginar para la fantasía o podemos imaginar para resolver un problema, para elaborar escenarios posibles, para crear condiciones y oportunidades a partir de imaginar los resultados de tendencias o de intenciones. Imaginar es crear, pero también es soñar. Soñar despierto es una estrategia de la imaginación.

Al dormir soñamos, los sueños operan desde la formación del inconsciente, desde la teoría freudiana, con relación la que es la represión, la condensación, el desplazamiento, y elaboración secundaria, procesos que hacen que los sueños tengan un contenido manifiesto, -literal, evidente- y contenido latente, -pensamientos y sentimientos- que se encuentran en el inconsciente. Los sueños nos dicen cosas, aunque muchas personas no recuerdan lo que sueña y otras tienen sueños lucidos que pueden narrar con presión y detalle, más allá de las posibilidades del contenido interpretable de los sueños.

Somos seres de realidad, seres concretos. Personas que somos una construcción social, desde la cultura misma y desde las interacciones y vínculos que establecemos con los demás, somos lenguaje. El pensar críticamente para imaginar ha sido una de las herramientas más poderosas para la creación humana, para los inventos y para el desarrollo del arte en todas sus dimensiones. Si algo tiene la imaginación en el arte es sublimar las experiencias, emociones y sentimientos que nos definen como seres humanos.

Habrá que soñar, pero habrá que aprender a dormir. Tener un descanso de calidad a la hora de dormir tendrá que ser un imperativo, en las ciudades que no duermen.

También habrá que cuestionar, muy en serio el modelo de trabajo industrial que incluye la rotación de turnos, ya que produce estos efectos dañinos en las personas como:

  1. Trastornos del sueño: Puede alterar el ritmo circadiano natural del cuerpo, lo que puede provocar trastornos del sueño, como insomnio o somnolencia excesiva.
  2. 2. Fatiga crónica: La falta de sueño y el estrés crónico pueden provocar fatiga crónica, lo que puede afectar la capacidad para realizar tareas y tomar decisiones.
  3. Problemas de salud: Puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y depresión.
  4. Estrés y ansiedad: La incertidumbre y el estrés crónico pueden provocar ansiedad y estrés en los obreros.
  5. Dificultades para mantener relaciones personales: Puede hacer que sea difícil mantener relaciones personales y familiares, lo que puede afectar la calidad de vida.
  6. Dificultades para realizar actividades fuera del trabajo: Puede hacer que sea difícil realizar actividades fuera del trabajo, como ejercicio, hobbies o actividades sociales.
  7. Aumento del riesgo de accidentes: La fatiga crónica y el estrés pueden aumentar el riesgo de accidentes en el lugar de trabajo

Y los beneficios de esta condición laboral, solo tiene valor en la productividad y en una manera sofisticada de venderle a las y los obreros los supuestos beneficios de la flexibilidad y desarrollo profesional, que encubren una visión productivista y eficientista del trabajo.

Comparto este texto de Rudyard Kipling, pensando en lo que dice de los sueños, que al final de cuentas es una manera poética de unir en la vida misma los sueños y la imaginación.

Y hubo mil cosas que no elegí,

que me llegaron de pronto

y me transformaron la vida.

Cosas buenas y malas que no buscaba,

caminos por los que me perdí,

una vida que no esperaba.

Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,

la esperanza para sostenerla,

la valentía para afrontarla.